Unidos y organizados. Así marcharon los sindicatos enrolados en la CGT que inundaron el centro y el Bajo porteños para celebrar un nuevo Día de la Lealtad peronista.
La marcha fue una reafirmación de la capacidad de movilización de la central obrera y una señal de fortaleza a dos bandas que tributó básicamente a su propio beneficio. Por un lado, porque escenificó el proceso de unificación previsto para el 11 de noviembre, cuando renovará sus autoridades con todos los sectores representados dentro del Consejo Directivo. Por el otro, hacia la interna del Frente de Todos, donde la CGT no encuentra un lugar claro luego de dos años de gobierno y donde el impacto de la demostración de fuerza callejera puede multiplicarse en su favor, ante la situación de crisis que vive la coalición panperonista tras la derrota en las PASO.
Desde el mediodía y durante varias horas, las columnas de trabajadores y trabajadoras circularon este lunes portando banderas, pancartas y estandartes donde el destacado principal era el nombre propio de la conducción del sindicato.
Si hubo gente suelta, no se notó. Las referencias al presidente Alberto Fernandez, tampoco. La imagen de la vicepresidenta Cristina Kirchner apareció solo muy esporádicamente, en algún micro o bandera de algún sindicato de la Corriente Federal.
La marcha peronista, los cánticos para reivindicar al gremio y alguna cumbia ejecutada por las bandas de bombo, platillo, redoblante y vientos fueron la banda de sonido de una marcha donde no hubo referencias a la agenda política ni a la interna oficial.
Fueron cuadras y cuadras de personas que parecían marchar desde hace décadas, en un 17 de octubre continuo, por consignas imperecederas como el desarrollo, la producción y el trabajo que se han transformado en una deuda social cada día más pesada.
HACIA LA UNIFICACION
El sindicalismo peronista dio este lunes una señal que se esperaba, pero no por eso deja de ser significativa: con los rostros del líder camionero Hugo Moyano y los secretarios generales de la CGT, Héctor Dáer y Carlos Acuña, a la cabeza, la cúpula de la central obrera y las corrientes críticas lideradas por el moyanismo se mostraron juntas en la marcha convocada por el Día de la Lealtad y enviaron una fuerte señal a los socios del Frente de Todos (FdT) después del nuevo culebrón que protagonizaron en la (des)organización de las movilizaciones a las plazas este domingo.
Con una convocatoria a la recuperación de la calle por parte del peronismo con la que pretende mejorar su (hasta ahora marginal) posición en la coalición de gobierno, los sindicatos plantaron la primera foto de un proceso que se encamina a una nueva reunificación de la CGT en el Comité Central Confederal convocado para el próximo 11 de noviembre para renovar autoridades del Consejo Directivo.
Al escenario del acto de este lunes, montado en el Monumento al Trabajo, en el cruce de las avenidas Independencia y Paseo Colón, llegaban juntos Héctor y Rodolfo Daer (Sanidad y Alimentación), Acuña (estacioneros), Víctor Santa María (Encargados de edificios), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y Omar Plaini (Canillitas), entre otros.
“Vamos a integrar la futura conducción con los mejores hombres y mujeres, pero tiene que estar todo el movimiento obrero integrado, no hay posibilidades de dividir ni que queden sectores afueras. La unidad es irrenunciable”, dijo Héctor Daer en declaraciones a la prensa.
Asimismo, se refirió a las diferencias que supo tener con el líder camioneros y aclaró que “siempre” estuvieron “en la misma vereda. “Nunca nos confundimos, siempre defendimos los intereses concretos de los trabajadores y las trabajadoras”, remarcó el gremialista.
La marcha del sindicalismo es la segunda conmemoración del Día de la Lealtad que hace el peronismo. Este domingo, después de idas y vueltas que mostraron las dificultades del oficialismo para sintetizar posiciones, la militancia desbordó la Plaza de Mayo en la convocatoria a mitad de camino que terminó haciendo la cúpula del FdT. “A las plazas”, fue finalmente la invitación.
EL DOCUMENTO DE LA CGT
Nos movilizamos por la lealtad a Perón y su doctrina, levantando las banderas del levantando las banderas del desarrollo, la producción y el trabajo
El 17 de octubre de 1945 el movimiento obrero organizado, representado por la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT RA) se volcó masivamente a las calles, enarbolando una sola consigna: ¡Queremos a Perón!.
Ese día nació, para siempre en la Argentina, el peronismo. Frente a un nuevo aniversario del Día de la Lealtad Peronista, esa misma consigna sigue vigente en la consciencia del pueblo trabajador: Queremos a Perón, vivo en su legado y su doctrina; Queremos a Perón, impulsor de una Patria Socialmente Justa, Económicamente Libre y Políticamente Soberana; Queremos a Perón, porque la verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés, el del pueblo.
A 76 años de esa fecha, fundacional e histórica, la CGT RA y la totalidad de sus organizaciones sindicales confederadas, nos movilizamos, unidas, por la lealtad a Perón y su doctrina, levantando las banderas del desarrollo, la producción y el trabajo.
La CGT RA representó y lo sigue haciendo, a la inmensa mayoría de los trabajadores sindicalmente organizados de nuestro país. Y esta responsabilidad de representación mayoritaria que la distingue, nos convoca a: la defensa del aparato productivo nacional; la demanda de políticas económicas que promuevan la generación de empleo genuino; el fortalecimiento de los sistemas de seguridad social y de Salud; el acceso universal a una educación de calidad; el desarrollo con equidad que posibilite un proceso de movilidad social ascendente y una justa redistribución de la riqueza; el reclamo de un compromiso de responsabilidad social empresaria que le cabe a los sectores de mayor concentración económica y la reconstrucción de un Estado presente, regulador de la economía y promotor del desarrollo económico y social.
El peronismo debe promover la alianza entre la producción y el trabajo, única fórmula que garantiza un crecimiento sostenible con justicia social. Para lograrlo es imprescindible profundizar el diálogo social institucionalizado como instrumento necesario, no para diagnosticar la magnitud de la crisis ni sus efectos en el tejido productivo y social de nuestro país, sino para elaborar en conjunto los consensos que nos permitan poner el empleo productivo en el centro de las políticas públicas para superar la situación que hoy margina a los sectores más desprotegidos, que profundiza las desigualdades sociales y condiciona el crecimiento uniforme y equitativo de nuestro país.
La Argentina y nuestro gobierno afrontan una instancia decisiva para superar la crisis económica y social heredada y agravada dramáticamente por los efectos de la pandemia.
La CGT RA es la reserva desde donde el Movimiento Nacional puede reconstruir el tejido social y fortalecer la política como herramienta transformadora. Este es el compromiso para poner definitivamente de pie a un país y a una sociedad que no se resigna a las desigualdades sociales y a la postración económica.
La profundidad de la crisis actual requiere de señales muy claras. Por eso marchamos como la expresión de unidad de las y los trabajadores, como símbolo de unidad del Movimiento Obrero organizado y con vocación de sostener la unidad del peronismo.
Es momento de transformar hacia adentro el horizonte y el futuro de los argentinos y argentinas. Llegó la etapa de poner en marcha políticas que sienten las bases de la transformación económica y social de nuestro país.
Es tiempo de Justicia Social, compromiso irrenunciable y militante del Movimiento obrero argentino.
Buenos Aires, Domingo 17 de Octubre de 2021