Con este resultado, el equipo de Gerardo Martino jugará el próximo sábado en el estadio Gillette de Foxborough, en las afueras de Boston, los cuartos de final ante Venezuela, que se clasificó segundo en el grupo C.
Los goles fueron marcados en el primer tiempo por el volante Erik Lamela, de tiro libre (12min), el delantero Ezequiel Lavezzi (14min) y el defensor Víctor Cuesta, en su debut como titular y en la red (32min).
Argentina, que se paró en cancha con el sistema 4-2-3-1, fue ampliamente superior a Bolivia de principio a fin. Impuso su superioridad en todas sus líneas y se aprovechó de un rival débil que llegó al encuentro ya eliminado.
El equipo del “Tata” no necesitó de Messi, preservado en su plan de recuperación luego de la lesión en la zona intercostal izquierda, para doblegar a una Bolivia replegada, con línea de cinco en defensa.
La posesión de Argentina fue contundente en el primer tiempo: 84% contra 16%. Bolivia facilitó el trabajo porque no defendió bien, no presionó, ni atacó. No hizo ni una cosa ni la otra y así fue embestida por la jerarquía argentina.
Con los goles de Lamela (su remate se desvió en el delantero Yasmani Duk) y Lavezzi, Argentina definió el partido. Bolivia ya no fue más oponente. Cuesta aumentó la cifra, como número 9 (lo que no supieron hacer Higuaín y Agüero), cuando desvió el remate del “Pocho” Lavezzi al arco.
Éver Banega marcó los tiempos del equipo; Matías Kranevitter hizo lo mejor que sabe, quite y descarga; Lavezzi mostró actitud y habilidad para abrir la defensa boliviana con ayuda de Lamela.
A la exhibición “albiceleste” se ausentaron Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero. El “Pipita”, que aun no marcó en el certamen, continúa con un nivel discreto. Desperdició una chance de cabeza que generó un rebote y el gol de Lavezzi, pero por momentos se lo observó confundido.
El “Kun” no encontró su lugar en la cancha, con Higuaín como número nueve, cuestión que Martino resolvió con la sustitución del delantero de Napoli de Italia por Messi en el inicio del segundo tiempo y el ex Independiente en su lugar, pero aun así no gravitó.
La segunda parte, con el recuperado Lucas Biglia en cancha, fue otro monólogo de la Argentina, estuvo demás y lo más destacado fue el ingreso de Lionel Messi, esperado por el público que coreó su apellido en varios tramos del primer capítulo en el estadio CenturyLink Field que no se llenó, pero tuvo un buen marco.
Messi estuvo a punto de igualar al ex delantero Gabriel Batistuta como máximo anotador del seleccionado argentino con 54 goles mediante un remate de tiro libre (15min) que pasó muy cerca del segundo palo del arco.
El equipo de Martino ya está listo para la “nueva” Copa América porque ahora el que pierde se va. La próxima escala será en Boston, ante Venezuela, en otro paso más, otro objetivo que el plantel desea cumplir para ganar un título postergado en la historia del seleccionado argentino (lleva 23 años sin obtenerlo), pero principalmente por las frustraciones en las finales del Mundial Brasil 2014 y Copa América Chile 2015.