El zoo de Copenhague decidió sacrificar al joven animal por una cuestión genética y se la dio como alimento a los leones.
DINAMARCA.- El zoológico de Copenhague instaló la polémica al matar a una jirafa sana y darle sus restos a leones que, ante la miradas de niños, se devoraron al animal.
Según lo que informaron los medios europeos, “Marius” tenía solo un año y medio de vida y una salud de hierro. Vivía junto a sus congéneres en el zoo de Copenhague y contaba con el cariño de los habitantes de la capital danesa pero eso no ha sido suficiente para salvarle la vida.
La dirección de la institución ha decidido sacrificar a la joven jirafa por una cuestión genética, para asegurarse de que los mejores genes pasan a las generaciones siguientes.
Por su parte, el vocero del zoo, Tobias Stenbaek Bro, sostuvo que “de hecho estoy orgulloso porque creo que le dimos a los niños una enorme enseñanza de la anatomía de una jirafa, que no habrían visto en una foto”.