Dos jóvenes amigas fueron víctimas de abuso sexual cuando regresaban de bailar de un boliche del partido bonaerense de Tigre. Por el ataque detuvieron al remisero que las trasladó.
El hecho ocurrió cuando las víctimas, de unos 20 años, salieron del local bailable La Mónica, ubicado en Don Torcuato, en ese partido del norte del conurbano, y abordaron un remís hacia la casa de una de ellas, en la vecina localidad de San Fernando.
Una de las jóvenes, de nacionalidad peruana, se ubicó en el asiento trasero del Renault Logan, conducido por un remisero de 43 años, y su amiga lo hizo en el lugar del acompañante.
Los mismos voceros señalaron que el chofer fue quien las había llevado a bailar en primer lugar y fue a quien las chicas llamaron luego para que las fuera a buscar a la salida, la cual se adelantó unas horas, ya que ambas se descompusieron en el baño del local.
Según las fuentes, la joven peruana denunció que en el trayecto desde Don Torcuato hasta San Fernando ella se quedó dormida y cuando se despertó, se encontró con que el remisero se había detenido en un lugar desconocido, momento en que él se le tiró encima, le sacó la ropa y la violó; tras lo cual también abusó -aunque sin acceso carnal- de su amiga.
Luego del ataque sexual, el remisero las dejó en la casa de la segunda de las víctimas, que horas después, una vez que se recompusieron, denunciaron lo ocurrido en la Comisaría de la Mujer de Tigre.
A partir de los datos aportados por las denunciantes, el personal de la Subdirección Departamental de Investigaciones Tigre realizó un relevamiento de las cámaras de seguridad del centro de monitoreo local y del rastreo satelital del remís, que confirmaron que las chicas subieron a ese auto y que este se detuvo 15 minutos durante el trayecto.
Los peritos del Cuerpo Médico Forense de San Isidro confirmaron que la joven peruana presentaba al menos una lesión corporal compatible con un abuso con acceso carnal.
Detención
En base a todos estos elementos, el remisero fue aprehendido en San Fernando y se negó a declarar ante el fiscal de la causa, Marcelo Fuenzalida, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI), especializada en Trata de Personas y Violencia de Género de Tigre.
El fiscal le imputó al remisero los delitos de “abuso sexual con acceso carnal” y “abuso sexual simple”, en perjuicio de las dos amigas, y tras la indagatoria solicitó al juez de Garantías Diego Martínez que ordene la detención formal del acusado.