CEF NOTICIAS | El candidato republicano Donald Trump visitó México, donde se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto y ratificó que si llega a la Casa Blanca construirá un muro fronterizo, aunque no quiso decir quién lo pagará. Su discurso tolerante en el país azteca, lo abandonó ni bien volvió a su país.
Horas después del encuentro y en una muestra de la evidente tensión que marcó la jornada, Peña Nieto aclaró en su cuenta de Twitter: ‘Al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro. A partir de ahí, la conversación abordó otros temas, y se desarrolló de manera respetuosa‘.
Pese al abierto desafío que planteó el estadounidense con el tema del muro fronterizo, el sorpresivo Trump que habló ante la prensa junto a Peña Nieto en el residencia presidencial de Los Pinos, no se parecía al que todos los días inunda los canales de televisión y las tapas de los diarios con polémicas y frases políticamente incorrectas. El magnate neoyorquino habló siempre con un tono tranquilo y bajo, nunca se exaltó, ni dio rienda suelta a su habitual histrionismo.
Además, el candidato opositor estadounidense, que en las últimas semanas cayó en las encuestas e intenta sin éxito acercarse al electorado negro y latino, se esforzó por destacar su ‘respeto y amor‘ por los mexicanos.‘Tengo un gran respeto y amor por los mexicanos. No sólo por mis amigos, sino por toda la gente que empleo en Estados Unidos‘, aseguró.
Trump calificó a los mexicanos como personas ‘espectaculares‘ que ‘trabajan muy duro‘ e, incluso, cambió su discurso despectivo hacia los que intentan cruzar ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos -puesto que al inicio de su campaña los llamó ‘violadores‘ y ‘criminales‘-.
Esta vez, el candidato presidencial conservador habló de ‘gente inocente‘ que sufre a manos de ‘traficantes de personas y de drogas‘ en la frontera.
Trump intentó mostrarse ‘más presidencial‘ -como había adelantado a la prensa su jefa de campaña; sin embargo, se mantuvo firme en dos temas: el cierre de la frontera y la renegociación del Nafta, el Tratado de Libre Comercio que comparten los dos países con Canadá.
‘Mantengo mi posición de que el Nafta fue más beneficioso para México que para Estados Unidos‘, sentenció el magnate, cuyos negocios aprovecharon muchos de los beneficios que ofreció a Washington dicho acuerdo, según informaron varios medios de su país.
Peña Nieto, quien se mostró serio y distante con Trump durante toda la conferencia de prensa, le recordó al candidato republicano que “más de un millón de puestos de trabajos en Estados Unidos dependen de las exportaciones a México” y sostuvo que los tres países se beneficiaron del TLC firmado en 1994.
El mandatario mexicano pidió varias veces que la relación con el gobierno estadounidense que reemplace a Barack Obama, se base en el ‘respeto mutuo‘ -‘los mexicanos merecen respeto‘, fue su expresión más fuerte- y ratificó que es ‘muy respetuoso del proceso electoral‘ en el país vecino.
La reunión entre Trump y Peña Nieto, criticada de uno y otro lado de la frontera, fue acordada muy rápidamente, luego que el gobierno mexicano informara que había enviado una invitación a la candidata demócrata, Hillary Clinton. Inmediatamente después, la campaña opositora se contactó con DF para pedir un encuentro similar.
Peña Nieto dijo que espera reunirse ‘pronto‘ con Clinton, pero al mismo tiempo tuvo un llamativo gesto con Trump cuando sostuvo que muchas de sus palabras hacia México fueron ‘malinterpretadas‘ y, por eso, provocaron bronca y repudio en su país.
Peña Nieto -como muchos mexicanos- repudió en los últimos meses los reiterados comentarios y propuestas racistas de Trump contra los inmigrantes que provienen de ese país vecino.
La tensión con este país llegó su máximo nivel cuando el candidato republicano pidió construir un muro a lo largo de toda la frontera y propuso que lo pagara el gobierno mexicano.
Por eso, minutos antes de que el avión de Trump aterrizara en la capital mexicana, la Legislatura de la Ciudad de México declaró al magnate neoyorquino devenido en candidato presidencial, ‘persona non grata‘ y pidió al gobierno nacional explicaciones por su visita.
Trump regresó a Estados Unidos y ni bien pisó otra vez la tierra de su país, dejó de lado la diplomacia pro inmigrantes y afirmó en su discurso en Phoenix que habrá ‘tolerancia cero‘ con los ‘dos millones de extranjeros criminales que hay en Estados Unidos‘ y que desde su primera hora en la presidencia ‘se tendrán que ir‘