Aunque el 86% de la población de la Ciudad y el conurbano bonaerense que las tareas domésticas deben ser distribuidas de manera equitativa entre hombres y mujeres, en menos de la mitad los quehaceres de la casa se efectúan de forma conjunta.
El relevamiento, efectuado por el Centro de Investigación en Estadística Aplicada (CINEA) bajo el título “Género, trabajo doméstico y cuidado”, se efectuó en 1.397 hogares del área metropolitana bonaerense a personas mayores de 16 años.
La investigación buscó visualizar el desfase entre el nivel discursivo y la puesta en práctica de las tareas hogareñas. Y se determinó que el desfase es amplio. Una cosa es decir y otra hacer.
“Si bien la igualdad de género posee fuerte legitimidad y se considera deseable que exista una distribución equitativa de las responsabilidades que hombres y mujeres deben asumir, son ellas quienes aún siguen cargando con la mayor parte del trabajo no remunerado”, destaca un informe sobre labores hogareñas realizado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref).
Las estadísticas complementan la conclusión ya que mientras el 84% de los hombres estima que en las labores domésticas ellos mismos deberían tener un grado mayor de participación, en la realidad no se verifica esa estimación.
Menos de la mitad de los hombres y mujeres realizan por igual las tareas domésticas. Y allí donde nos es compartido, el esfuerzo recae mayoritariamente sobre las mujeres.
El informe advierte que, en los hogares de dos o más miembros sólo en el 42 % de los casos se comparte la limpieza del hogar; el 37 en la cocina; el 47, las compras; el 35, los trámites; y el 14, las reparaciones.
Cuando se analiza sobre quién recae la tarea no compartida, la mujer es quien aparece como la más ocupada en la casa: el 49 % de ellas cocina sola, frente al 13%de los hombres; el 45%de las mujeres se encarga de la limpieza, contra el 7 masculino; 36 de cada cien mujeres realiza las compras, mientras que ellos apenas en el 16% de los casos; y el 38% de las mujeres hace trámites sin compañía, frente al 26% de los hombres.
El estudio producido por la Untref remarca que la carga de trabajo doméstico feminizado se intensifica a medida que crecen los integrantes de la familia. Así los niveles de participación en limpieza pasan de un 44 % en los hogares de dos miembros, a un 51% en los hogares más numerosos. Los de cocina de 48 a 59; en las compras de 35 a 45; y realización de trámites de 37 a 44 por ciento.
Reparaciones del hogar es la categoría donde los varones realizan su mayor contribución (56% contra el 10% efectuado solo por mujeres), aunque una fracción de los encuestados, el 20%, informó que acostumbra a contratar a un tercero para resolver los inconvenientes.
Las cifras relevadas por el Centro de Investigaciones en Estadística Aplicada (Cinea) de la Untref exponen que en la práctica las labores de cuidado en el hogar, ya sea de niños, adolescentes o personas enfermas, son compartidas en el 49% de los casos, mientras que en el 39% la misma tarea es efectuada exclusivamente por mujeres. Los hombres apenas si se encargan en menos del 10% de los casos.