Un HOSPITAL MATERNO-INFANTIL respaldado por la ONG SAVE THE CHILDREN fue bombardeado ayer en el norte de SIRIA, donde hubo un número indeterminado de víctimas, informó la propia organización en Twitter.
La ONG apuntó que el ataque se registró en la provincia norteña de Idleb y mostró un vídeo con imágenes de los destrozos causados por el bombardeo, en las que se veía un edificio completamente derrumbado y el paso de varias ambulancias.
Una portavoz de Save the Children, aseguró que el bombardeo afectó la entrada del hospital, que es el mayor de la zona y que atiende a unas 1.300 mujeres y 300 partos al mes.
La vocera destacó que el 61% de los pacientes del centro, el único de este tipo en el oeste de Idleb, son madres y el 39%, niños. El hospital más cercano que proporciona servicios similares está a al menos 70 kilómetros de distancia.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osdh) señaló que hubo varios muertos y heridos en un ataque de aviones de guerra de origen desconocido contra un centro médico y otro de la Defensa Civil en el pueblo de Kafr Tajarim, en el norte de Idleb.
Los bombardeos a instalaciones sanitarias se han convertido en una táctica común en el conflicto en Siria. En la última semana, cuatro hospitales de campaña de la provincia de Alepo -tres de ellos en su capital homónima, y otros en la población de Atareb- han suspendido sus servicios por ataques aéreos.
En un comunicado, Amnistía Internacional (AI) lamentó el ataque al centro sanitario de Idleb y afirmó que “parece que es parte del patrón despreciable de ataques ilegales y deliberados contra instalaciones médicas”.