Otra vez la iglesia rechaza un aporte del Estado. Esta vez, el Obispado de Rafaela, en una “inédita” decisión, rechazó 400 mil pesos que el gobierno provincial entregó a la Comisión Refacción del Templo San Cayetano de Suardi, departamento San Cristóbal, 225 kilómetros al noroeste de esta capital, para una obra de refacción indispensable.
En el gobierno santafecino, que encabeza el socialista Miguel Lifschitz, la negativa “no cayó bien” porque “en ningún momento estuvo en el ánimo de esta administración llegar a politizar la ayuda”, según confiaron voceros de la administración provincial.
La postura de la iglesia rafaelina, que por jurisdicción abarca a la parroquia de Suardi, se corresponde con la posición del papa Francisco, quien semanas atrás les pidió a los directores mundiales de Scholas Occurrentes, José María del Corral y Enrique Palmeyro, que devuelvan de inmediato la donación de $ 16.666.000 que el gobierno de Mauricio Macri hizo a la fundación pontificia por un decreto publicado en el Boletín Oficial el 30 de mayo último.
Según pudo saber este diario, el obispo de Rafaela, monseñor Luis Fernández, y las autoridades parroquiales de Suardi, manifestaron que no están dispuestos a aceptar ese dinero “por la situación económica del país”. Sin embargo, desde Suardi se aclaró que “tanto el obispo Fernández, como el sacerdote de la localidad, Mauro Canalis, deberían saber que ese dinero fue gestionado hace dos años y medio atrás durante una visita que realizara a Suardi, el entonces Ministro de Gobierno de la provincia -hoy diputado provincial-, Rubén Galassi.
En el mismo comunicado, el obispado dijo que apelará a “la contribución de los fieles”, pero los cercanos a la Iglesia de Suardi, respondieron que al obispado “no le importa el momento económico y los bolsillos flacos de las familias que desde hace 12 años vinieron aportando para recuperar un templo que estuvo a punto de caerse”.
Según consultó este diario, “la Comisión Refacción Templo San Cayetano sólo tuvo el aporte de 100 mil pesos que se utilizaron para hacer la vereda. Estos fondos iban a ser destinados al mantenimiento mensual que requiere un inmueble mayúsculo como es nuestro templo y además para reparar el campanario que tiene un avanzado deterioro”.
Gustavo Pinetti, uno de los fieles molesto por la decisión del obispado de Rafaela, sostuvo en un comentario que hizo público en las redes sociales que “uno de los curiosos argumentos que se brindan para el rechazo es que la Iglesia no debe mezclarse con la ‘política’ cuando todos conocemos las relaciones entre el Estado y la Iglesia argentina. O acaso olvidan que reciben mensualmente del bolsillo de todos los argentinos, 134 millones de pesos para el mantenimiento del culto según figura en el Presupuesto 2016, o se olvidan de los sueldos y jubilaciones mensuales que cobran los Obispos, o que todos les pagamos a cada seminarista para que curse sus estudios, o que aceptaron el Luna Park como donación a partir del cual recaudan importantes cifras de dinero”.
En esta capital hay un antecedente. La Iglesia, aceptó más de 2 millones de pesos para la reparación de la Basílica de Guadalupe, de parte de los gobiernos de Jorge Obeid (PJ) y Hermes Binner (Frente Progresista) o hace poco tiempo atrás, en diciembre de 2014, los 500 mil pesos que le entregó el gobierno del socialista Antonio Bonfatti a la Parroquia de San Cristóbal.