La pobreza aumentó por tercer año consecutivo y alcanza a 12 millones de personas, mientras que dos millones de ellas viven por debajo del nivel de indigencia, advirtió hoy el informe sobre la deuda social que dio a conocer la Universidad Católica Argentina (UCA).
Los resultados del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) revelaron que 28,7% de la población del país está en situación de pobreza, 1,3% por encima de la medición del año anterior. “Esta tendencia de la pobreza, que no se detiene pese a que se estén aumentando los planes sociales, tiene como principal motor el factor inflacionario y la falta de creación de empleo”, aseguró Agustín Salvia, investigador jefe del ODSA.
El estudio de la UCA determinó que una familia tipo necesita al menos tener ingresos por 5.717 pesos mensuales para no ser pobre, de acuerdo con los cálculos de una Canasta Básica Total (CBT) propia. La cifra es más del doble de los 2.026 pesos que calcula el INDEC para el mismo ítem.
El porcentaje de 28,7% señalado por el Observatorio difiere sustancialmente de la última medición del INDEC que ubicó la cantidad de pobres en apenas 4,7%, cifra que la presidenta Cristina Fernández avaló en junio ante la FAO.
“La pobreza por ingresos aumentó en los últimos cuatro años y está entre 20 y 29%, más allá que se mida sobre la canasta básica de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) o sobre la que toma la encuesta de la UCA”, precisó.
La Encuesta de la Deuda Social Argentina subrayó que las personas en situación de pobreza tuvieron un aumento constante desde 2011 hasta 2014, en el que pasó de 24,7% a 28,7%, mientras que la indigencia también registró un incremento en los dos últimos años, cuando pasó de 5,4% en 2013 a 6,4% en 2014.
Salvia afirmó, sin embargo, que la pobreza en la Argentina es “estructural” y estimó ese concepto de empobrecimiento en un piso de 24%.
En relación al INDEC, Salvia añadió que “la falta de datos oficiales confiables no sólo priva de una necesaria información ciudadana, sino que introdujo debates políticos mediáticos que ocultan lo importante”.
Al respecto, el experto agregó que “el Observatorio creó estadísticas para complementar la ausencia de información confiable”.
También aseguró que los números de la UCA no buscan polemizar con la falta de estadísticas oficiales, sino ofrecer datos “más reales” para promover políticas públicas a fin de atender las “injusticias sociales”.
“(Axel) Kicillof aseguró que hay muchas mediciones de pobreza. Es cierto, pero no por eso hay que dejar de medirla”, opinó Salvia.
El especialista afirmó, además, que “casi 30% de los hogares argentinos recibe un programa social”, aunque relativizó que esa ayuda por parte del Estado haya incidido en la disminución de la situación de pobreza.
“Los planes sociales están bien focalizados, pero sólo logran cubrir la tasa de indigencia básica”, indicó.
Salvia explicó que este año el ODSA realizó tres tipos de mediciones de pobreza e indigencia: a) una directa referida a inseguridad alimentaria y Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI); b) otra, indirecta y unidimensional, de un mínimo de bienestar por ingresos y c) una tercera multidimensional de la pobreza, combinando ambos métodos desde un enfoque de derechos.
La Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) de la UCA se realiza desde el año 2010 con un relevamiento de 5.700 hogares que abarca un total de 14 ó 15 mil personas en 25 aglomerados urbanos, con especial representación en el Area Metropolitana de Buenos Aires.
L A