Con dos goles de Benzema, se llevó un triunfo polémico por 2 a 1 y sentenció su 34° título de La Liga, a una fecha para el final del torneo.
Con una racha de nueve victorias consecutivas, Real Madrid destronó las irregularidades de Barcelona y le sacó siete puntos de ventaja, cuando había iniciado la segunda etapa del torneo tras la pandemia a cuatro unidades de la cima. Así, Zinedine Zidane sigue demostrando que su lugar es en la casa blanca.
En el encuentro que lo podía consagrar, Valdebebas se vestía de gala para lo que podía ser la consagración del puntero, que llegaba también con la ventaja deportiva sobre el eterno rival, aunque no iba a ser falta eso.
A los 28 minutos, Benzema iba a abrir el marcador, tras una gran recuperación de Casemiro y asistencia de Modric.
Con el control del juego, se llevó la ventaja al entretiempo y la noticia de que Barcelona perdía ante Osasuna en el Camp Nou. Sin embargo, concentrado en que el triunfo lo hacia campeón, Real Madrid salió a la segunda parte buscando esa diferencia y recién a los 72 minutos iba a tener la oportunidad.
Sergio Ramos cayó en el área sin contacto alguno y el árbitro Hernández Hernández cobró penal, a pesar de haber sido chequeado por el VAR. En la definición, el capitán se hizo cargo, pero en lugar de patear, asistió a Benzema en una jugada histórica de Cruyff que marcaba el segundo personal. Sin embargo, fue anulado por invasión y se volvió a patear, aunque el francés fue el encargado y puso el 2 a 0.
A los pocos minutos, Iborra iba a encender alertas con un gran cabezazo y sobre el final se dio un milagro en el área del Madrid, que no pudo terminar en empate. Ya con tiempo cumplido, Asensio marcaba el 3 a 1 con una gran apilada de Vinicius Jr, pero fue anulado por mano en la previa.
Poco importó esta situación, ya que llegaban noticias de Barcelona y el local sentenciaba una derrota con Osasuna, que hacía campeón a Real Madrid. Así, celebra su primera liga luego de dos años de ser escolta y suma su 34° campeonato, dejando a los catalanes con 26.