La Argentina es un país con una historia gastronómica muy particular. Presenta fuertes cimientos en la comida italiana y española, pero enriquecida principalmente por la llegada de colonias alemanas, judías y británicas con sus respectivas culturas alimenticias.
Sin embargo, los platos que habitualmente componen la “mesa argentina” no resultan ser muy variados y nos proporcionan un consumo alimentario homogéneo. Se ingieren pocos alimentos de buena calidad nutricional lo que resta nutrientes esenciales a la alimentación, mientras se observa exceso de consumo de grasas de mala calidad, sodio y azúcares.
El consumo de carne, equivalente al 12% de la energía total, satisface de forma suficiente la necesidad de proteína de origen animal, hierro y vitaminas del grupo B. Sin embargo, la alimentación argentina muestra un consumo superior al necesario. Por lo general, los cortes elegidos presentan un mayor contenido graso que el recomendado, y esto contribuye al exceso relativo de grasas saturadas en la alimentación. Casi el 60% de la carne consumida es vacuna y el 30% es pollo, siendo poco el consumo de cerdo y pescado.
Qué comen los vegetarianos
El vegetarianismo presenta sus orígenes en culturas antiguas. Entre sus primeros adeptos, es reconocido Pitágoras (Famoso matemático del siglo VI a. C.). Este tipo de alimentación, a lo largo de la historia, ha recibido apoyo de varias religiones, tales como: el brahmanismo, el budismo y el jainismo.
A pesar de que se entiende por vegetarianismo, a los “no consumidores de carne”, son muchas las subclasificaciones que presentan. Los mismos pueden resultar: ovo-vegetarianos (consumen huevo), lacto-ovo-vegetarianos (consumen lácteos y huevo), veganos (no consumen ni lácteos, ni huevos), etc.
En el último tiempo, en las culturas occidentales, aumentó notablemente el numero de personas que eligen este tipo de dietas. Actualmente se calcula que podrían representar hasta el 5 % en la Unión Europea y el 2% de la población argentina.
Este tipo de alimentación también tiene la tendencia a ser una dieta poco equilibrada. Típicamente presentan deficiencia de nutrientes tales como: Vitamina B12, hierro, calcio, ácidos grasos omega3, etc.
Más allá de la elección alimentaria siempre es necesario un correcto asesoramiento, por lo que generamos los 7 consejos para los distintos tipos de alimentación:
Comensales tradicionales argentinos
· Incrementar el consumo de pescados.
· Disminuir la frecuencia de consumo de carnes rojas (no incluirla más de dos veces por semana).
· Evitar el consumo de fiambres y embutidos.
· Incorporar al menos dos frutas por día.
· Disminuir el consumo de productos de confitería (facturas ,galletitas o dulces ), sin eliminar el total de carbohidratos (pan, fideos o arroz)
· Elegir cereales integrales.
· No consumir por día más de dos copas de vino tinto en el caso del hombre y una en el de la mujer.
Vegetarianos
· Combinar en el mismo plato cereales con legumbres. Por ejemplo arroz con lentejas.
· Incluir tres porciones de lácteos por día (leche, yogurt o quesos).
· Incluir al menos 5 huevos por semana.
· Si se consumen legumbres en una comida, agregar un cítrico en el postre ya que potencia la absorción del hierro.
· Incluir vegetales de hoja verde en la dieta.
· No abusar de los productos de panificación.
· Elegir cereales y harinas integrales.
· Incluir aceite de oliva de primera prensada.
· Consumir un puñado de mix de frutos secos 4 veces por semana.
Veganos
· Modificar la dieta paulatinamente.
· Leer bien las etiquetas de los alimentos que se eligen.
· Consumir cereales integrales y legumbres en una misma comida.
· Incluir suplementos de vitamina B12.
· No abusar de los frutos secos y semillas.
· Consumir suplementos de Calcio y Vitamina D.
· Buscar sustitutos de la leche (almendras, soja o coco)
· Exponerse al sol 5 a 10 min por día.
· Incluir algas en la dieta regularmente.
· Consultar siempre a un especialista en Nutrición antes de iniciar el cambio de alimentación para un correcto asesoramiento.
Por Ignacio Aladro – Colaboración: Lic. Mariela Cardozo