Estando a 63 días de las elecciones generales del 27 de octubre próximo, quien obtuviera el 47,65% de los votos en las últimas primarias analizó la coyuntura económica nacional al tiempo que marcó desconocer cuál será la situación que le tocaría heredar en caso de resultar electo Presidente.
“No sé qué nivel de inflación me van a dejar, no sé qué nivel de desocupación va a quedar, la pobreza algunos auguran que van a llegar a 40 puntos, no se cuánto va a quedar de reservas; no lo se yo y no lo sabe Macri. Creo que no se puede tener la irresponsabilidad de alguien que dijo que bajar la inflación es lo mas simple que hay”, partió por destacar.
En diálogo con el canal América, el ex Jefe de Gabinete sostuvo que es necesario “parar la expectativa y hacer el famoso acuerdo del que hablé, que es el acuerdo de parar la pelota, y parar la pelota significa dejar esta locura y ver donde cada uno está parado para ver cómo seguimos el juego”
Consultado sobre su postura sobre el caso de Venezuela y la crisis multidimensional que atraviesa el país caribeño, Fernández reiteró que considera al gobierno de Nicolás Maduro como autoritario.
“Las dictaduras tienen un origen no democrático, no es el caso de Venezuela.Es difícil calificar de dictadura a un gobierno elegido; un gobierno elegido puede devenir en un gobierno autoritario, las instituciones están funcionando allá, después discutimos cómo funcionan”, profundizó.
En esta línea marcó que la solución de Venezuela “la tienen que encontrar los venezolanos. Lo que no es solución es correr detrás de Trump promoviendo el embargo”.
En último término, consultado sobre la independencia y transparencia de los procesos judiciales en la anterior y actual administración, Alberto Fernández resaltó que “nadie en la Argentina intervino más que Mauricio Macri en la Justicia”.
“En la Argentina la regla siempre fue que todos tienen que estar en libertad hasta que no se pruebe su culpabilidad. En algún momento, en el gobierno de Macri, esa lógica cambió. Inventaron una teoría que decía que alguien que había estado en la función pública podía tener un poder residual que entorpeciera”, continuó.
“Es jurídicamente un disparate. Es una presunción que tiene la justicia. Los jueces no son todos locos. Son los que lo hicieron. No son todos. Por eso pongo nombre y apellido. Eso no lo hace Casanello, Rafecas, Servini de Cubría ni Martínez Giorgi. No son todos. La gente que actúa bien no tiene porqué ser tratada del mismo modo”, concluyó Fernández.