El exoficial de la Bonaerense, murió en las últimas horas como consecuencia de una enfermedad que padecía.
El exoficial de la Policía Bonaerense Sergio Rubén Camaratta, quien fue condenado a prisión por el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, murió en las últimas horas como consecuencia de una enfermedad que padecía desde hacía un tiempo.
Camaratta murió en el penal bonaerense de Dolores, lugar donde cumplía la condena por ser partícipe del crimen del reportero gráfico de la revista Noticias, ocurrido en enero de 1997.
Los restos de Camaratta fueron velados este viernes en la funeraria Vel-Sam de la calle De la Corvina 1605, en Pinamar e inhumados en el cementerio Parque Municipal, de esa localidad balnearia.
Según trascendió, el expolicía murió en las primeras horas del jueves tras padecer una larga enfermedad terminal.
Camaratta se encontraba recluido en la Unidad Penal 6 de Dolores, donde purgaba una condena por el asesinato Cabezas cometido el 25 de enero de 1997 en una cava de General Madariaga, luego de ser secuestrado en Pinamar, donde había sido enviado para cubrir la temporada de verano.
En el juicio oral realizado en 2000, fueron condenados a prisión perpetua los miembros de la banda de “Los Horneros” (porque vivían en la localidad de Los Hornos): Horacio Braga, José Luis Auge, Sergio González y Héctor Retana (que murió en la cárcel) y a reclusión perpetua el ex jefe de seguridad de Alfredo Yabrán, Gregorio Ríos, y los ex policías Gustavo Prellezo, Aníbal Luna y Sergio Camaratta.
Un fallo dictado en 2003 por el Tribunal de Casación bonaerense redujo las penas y a partir de 2004 todos los imputados, que habían sido detenidos entre abril y mayo de 1997, comenzaron a ser excarcelados bajo fianza debido a la aplicación de la ley del 2×1, que computaba doble el tiempo cumplido con prisión preventiva.
Luna y Camaratta salieron libres en octubre de 2006, por lo que estuvieron presos tres años sin sentencia firme (se computa doble) y otros seis más a partir de 2000, es decir, un total de 12 años aproximadamente.
El 19 de septiembre de 2007, la Suprema Corte bonaerense revocó el fallo del Tribunal de Casación y confirmó las condenas a perpetua dictadas por la Cámara de Dolores en 2000, y en junio de 2011 fueron nuevamente detenidos.