Carol Oldfield, de 74 años, de Derby, en Estados Unidos, murió por envenenamiento luego de freír, por accidente, unas papas con un lubricante utilizado para proteger las superficies contra el óxido y la corrosión, y no con aceite de cocina.
De acuerdo al registro de los medios locales, Oldfield cubrió sus papas fritas con aceite “tres en uno” antes de encender la placa de la cocina y se retiró a la habitación, quedándose dormida por dos horas.
Las autoridades explicaron que en este periodo de tiempo, y producto a la cocción del aceite usado, se generó un humo blanco y vapores letales inhalados por la mujer, los cuales le causaron la muerte.
El cuerpo de rescatistas sostuvo que el nivel de humo era tal que debieron esperar que se despejara y ventilara la planta baja de la casa, para poder sacar a la mujer del lugar.
Posteriormente fue llevada al hospital, donde un chequeo inicial descubrió que había sufrido pocos efectos nocivos a causa del humo. Sin embargo, el doctor Marco Giovannelli, consultor del Royal Derby Hospital, dijo que a medida que pasaba el tiempo, su condición se deterioró lentamente.
Desde dolor de garganta, hasta tos, fueron los síntomas que desarrolló la anciana y murió dos días después por neumonía e inhalación de humo, según informaron los médicos que la trataron.