Tres de cada diez mujeres dejarían de salir para poder comprarse un smartphone
El 60 por ciento de los encuestados afirmó que duerme con el teléfono en la mano y más de la mitad admitió que correría a salvar su teléfono antes que a su gato en caso de un incendio.
El vínculo de las personas con los teléfonos inteligentes es cada vez más estrecho. Si bien algunos querrán contradecirlo, la realidad es que están acaparando el mercado y muchos usuarios no pueden salir de sus hogares sin el aparato. El smartphone sirve para comunicarse, agendar próximas tareas, guardar contraseñas, tomar fotografías de momentos personales importantes, comunicarse con familiares y amigos.
Sin embargo, esta relación no es perfecta. Más de una vez el vínculo con el smartphone pasa del amor al odio: se quedan sin batería cuando más lo necesitan o suenan en momentos que no tienen que sonar.
Los consumidores de todo el mundo lo admiten: el smartphone se volvió indispensable. Según un estudio de Motorola Mobility realizado a través de KRC Research, el 60 por ciento de los encuestados afirmó que duerme con el teléfono en la mano y más de la mitad admitió que correría a salvar su teléfono antes que a su gato en caso de un incendio.
Tan cercana es la relación entre los usuarios y su smartphone que el 22 por ciento de los encuestados afirmó que si un fin de semana tuvieran que elegir entre el sexo y el teléfono prefieren renunciar al sexo. Incluso, el 40 por ciento de ellos manifestó que en su smartphone hay secretos que no le revelarían ni a sus mejores amigos.
El smartphone lo utilizan en todos lados y en cualquier momento. El 54 por ciento dijo que lo llevan al baño y uno de cada seis usuarios afirmó utilizarlo incluso mientras se duchan. Sin embargo, como toda relación, la del usuario y su teléfono no es perfecta. Sólo 39 por ciento está “feliz” con su smartphone y a 79 por ciento le fastidia que su equipo le interrumpa en momentos inoportunos.
En Argentina el deseo de poseer y renovar el smartphone siempre está latente. Otro estudio, realizado a través de CIO Research manifestó que, ante la consulta sobre qué dejarías de realizar para poder comprar este preciado objeto, tres de cada diez mujeres dejarían de ir a espectáculos (como por ejemplo, cine y teatro) y abandonarían ir a cenar afuera.
El 27 por ciento de las encuestadas también planteó que dejaría de comprarse carteras, el 25 por ciento ropa y el 23 por ciento zapatos. Los hombres, al igual que las mujeres, abandonarían por un tiempo las salidas a cenar (30 por ciento) en pos de comprarse un nuevo smartphone. El 29 por ciento de ellos dejaría de comprarse ropa y el 26 por ciento no asistiría a espectáculos. Sin embargo, hacer deporte con amigos parece ser innegociable: sólo el 11 por ciento manifestó dejar de hacerlo para renovar su teléfono inteligente.