SANTA FE.- ¿Se imaginó alguna vez un Pro.Le.chón?. El programa lo implementó Hernán Panigo, un carnicero de San Justo, ciudad cabecera del departamento del mismo nombre.
“El cliente se anota y comienza a pagar el lechón que comerá con su familia y amigos para Navidad o fin de año. Unos pagan por semana, otros por quincena y los que viven de ‘changas’ lo hacen cuando pueden”, explicó el ingenioso comerciante.
El Pro.Le.chón no es nuevo. “Yo lo puse en vigencia el año pasado y resultó. Esta vez la venta viene más animada y ya tengo muchos lechones reservados”, apuntó.
“La idea fue tratar de ayudar a mis vecinos y clientes. Yo tengo la carnicería en el centro del barrio Reyes, el barrio más pobre de San Justo. El año pasado, mucha gente me comentó que si se podía abonar en cuotas. Decidí aceptar la sugerencia. Así nació el primer Pro.Le.chón”, explicó.
Panigo dejó claro que “no estamos hablando de mil o de cinco mil lechones. Es una cifra mínima. No sé, tal vez se vendan bajo estas condiciones entre 35 y 50 animales. Son 35 o 50 familias que podrán tener un buen plato para las fiestas. Esa fue la idea. El esfuerzo económico lo hace también el que vende los animales, yo que pago al contado para poder cancelar el precio, y con ello los clientes saben que el mismo precio que hoy pagan el kilogramo ($69) lo van a pagar para las próximas fiestas”, destacó.
“Que se queden tranquilos los supermercados o las grandes carnicerías. Esto no está direccionado hacia una competencia desleal. Es simplemente una estrategia comercial, una linda ocurrencia, para ayudar a nuestros clientes”, concluyó.
La Nación