A partir de las mediáticas denuncias que Elisa Carrió lanzó contra el jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi, su relación con María Eugenia Vidal entró en una silenciosa pausa.
“Ellas hablan mucho. Más de lo que se conoce. Por lo que el hecho de que Lilita decidiera hacer pública la carta (sobre Bressi) a María Eugenia no cayó bien”, dijo a Adelanto 24 un hombre del Pro que conoce como pocos a la gobernadora. Puntualmente, Vidal le reprocha a Carrió que el tema podría haberse manejado en privado. “Con esto me expone”, fue la queja que más repitió a su gente de confianza.
El enojo de la mandataria bonaerense con Carrió, quien tras denunciar la existencia de un plan para terminar con su vida se llamó a silencio por razones de salud, llegó al punto tal que Vidal le ordenó a los principales armadores del macrismo en la Provincia que levantaran las actividades de la líder de la Coalición Cívica en el Conurbano. “Yo la tenía agendada para agosto y me llamaron para que la baje”, comentó un dirigente territoral Pro de la zona oeste.
No obstante, este parece ser apenas el primer nubarrón de una larga tormenta, teniendo en cuenta que el año próximo Carrió aspira a ser candidata a senadora nacional por la Provincia. Lo que en el Pro es visto como un factor limitante a la hora de tejer lazos con dirigentes de otras extracciones, como los intendentes Alejandro Granados (Ezeiza) y Mario Ishii (José C. Paz).
Un funcionario nacional que habló con Adelanto 24 confirmó, tal como lo había anticipado este portal, que Granados “no tiene problemas en pintarse de amarillo”. Pero uno de los impedimentos para que ese pase se pueda oficializar es Lilita. “Ella ya avisó que con Ishii no tiene problemas, pero que a Alejandro no lo quiere ni cerca”, precisó el dirigente macrista.
Para Carrió, la amistad que Granados comparte con el ex jefe de la Bonaerense, Hugo Matzkin, y el ex director de Reunión Interior de la SIDE, Fernando Pocino, es antecedente suficiente para cerrarle las puertas de Cambiemos. Mientras tanto, el ex ministro de Seguridad de Scioli trabaja en las sombras para aportarle gobernabilidad a Vidal tanto con el peronismo como con la Policía que -dicen- “todavía maneja”.
