La harina leudante de la marca Blancaflor fue la primera en el mercado con esas características. En el año 1956 salió a la venta y cambió la historia en muchas cocinas a la hora de amasar.
Esa marca se estableció en el mercado con un logo que incluía un dibujo de una mujer negra, con guantes blancos y una especie de uniforme de cocina, con gorro y delantal.
Las características de este logo despertaron durante muchísimos años muchas críticas, ya que se percibía a la mujer del envase como una representación de la explotación o, incluso, como esclavitud. Además de eso, el hecho de naturalizar que son las mujeres las que cocinan.
Es por eso que este cambio de imagen de Blancaflor fue celebrado en las redes sociales por muchas personas que espereban que la marca deje de sostener esta decisión que muchos calificaron como “racista”.