El destacado bailarín y actual director del ballet de Uruguay, Julio Bocca, sostuvo que dentro de sus deseos está el de dirigir “más adelante” a la compañía del Colón o “ayudar al ballet argentino”, a la vez que anunció la visita al país del grupo que dirige para el 25 y 26 de noviembre en el Teatro Coliseo.
Luego de 35 años de carrera en los que bailó con las principales compañías del mundo y recibió menciones y premios de los más destacados de la disciplina, Bocca se retiró en 2007 para en 2010 hacerse cargo de la dirección artística del ballet uruguayo del Sodre, al cual consiguió posicionar en los primeros planos del mundo.
“Antes había funciones para 15 ó 20 espectadores. Hoy vendemos entre 15.000 y 25.000 localidades”, le dijo Bocca a Télam en una entrevista sobre el escenario del Teatro Coliseo, en una jornada que comenzó a las cuatro de la mañana, cuando su avión procedente de Cali aterrizó en Ezeiza.
Desde que se puso al frente del Sodre, el ex niño prodigio de la danza no paró de trabajar: a esa excursión a tierras colombianas fue con dos parejas del ballet y luego de pasar por Montevideo se embarcará para Guatemala, Madrid y Barcelona, además de las presentaciones que tendrá en tierra charrúa y en Buenos Aires.
Con el nombramiento de Bocca como director del Sodre, hecho por el ex presidente José Mujica, también comenzaron las refacciones en el edificio donde trabaja la compañía, un hecho retratado en la película “Avant” y que el propio director artístico resalta como algo positivo en su carrera.
En vez de quejarse, por ejemplo, por haber tenido que comprar la tapa de un inodoro el primer día de trabajo, Bocca reconoce que le “encantó ser parte de la reconstrucción del teatro y poder ver cómo se fue amoldando a lo que tiene que ser”.
“El trabajo que hicimos fue bastante duro, aunque esta compañía tiene una historia de 82 años, no la inventé yo. Nosotros introdujimos cambios muy grandes, como la cantidad de horas de trabajo, el número de funciones por año y el hecho de tener programa de acá a dos años”, aseguró.
“Hoy -agregó-, cuando se levanta el telón es como ver a una compañía de los Estados Unidos o de Europa. Nosotros respetamos mucho al público, si hay paro la función se hace igual. Nosotros nos alimentamos gracias a los impuestos de ellos, y eso hay que retribuirlo”.
A Buenos Aires traerá cuatro obras: “One and others”, del coreógrafo argentino Demis Volpi (“el niño mimado de las grandes compañías”); “Le Petite Mort”, de Jiri Kylian (“al verlo produce un orgasmo de lo hermoso que es”); y los clásicos “El corsario”, de Marius Petipa, y la suite de “Don Quijote”, con coreografía de Silvia Bazilis y Raúl Candal.
“Esta es la segunda vez que vengo con el Sodre a la Argentina. La primera fue en el Teatro Colón con una función muy especial y emocionante para mí por este contacto con el país. También es lindo volver al Coliseo, donde trabajé la primera vez en 1987”, afirmó el director del Sodre.
Telam