El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma, Rafael Vargas, reclamó que la empresa reduzca la circulación de personal para bajar el nivel de contagios, que ya supera los 200 casos de coronavirus.
Al mismo tiempo, Vargas denunció que “el sistema de salud está colapsado” y acusó al gobernador Gerardo Morales de no tener con esa empresa el mismo criterio restrictivo que, dijo, tuvo con la minera Exar. “Estamos teniendo 9 trabajadores fallecidos, seis dentro de la actividad azucarera, considerando a los 7 mil trabajadores de toda la actividad -papel, fruta, jugo- que se desplazan dentro del departamento de Ledesma”, dijo Vargas.
“El Departamento de Ledesma es el que tiene los mayores niveles de contagios y con un solo hospital que le da cobertura a cinco localidades. Están saturados, es imposible tener camas y respiradores”, sentenció el delegado, quien recordó que ya hicieron una denuncia penal ante la justicia federal jujeña,
En el escrito presentado por el Soeail denunciaron a los directivos y responsables de Medicina Laboral de Ledesma por violación de los artículos 202 y 203 del Código Penal.
En la denuncia dijeron que no se cumplió con la disposición del Gobierno nacional de bajar al 50% el número de empleados para favorecer el distanciamiento social, que a empleados que presentaron síntomas compatibles con la Covid-19 los intimaron a continuar trabajando y que hay personas de más de 60 años y otros trabajadores cuyas condiciones de salud los incluyen en los grupos de riesgo que no fueron exceptuados.
Además, se le pidió a Gerardo Morales que utilice el mismo criterio con el Ingenio Ledesma que tuvo con la mina Exar, donde fue “el propio gobernador el que denunció (a la minera) por esos 200 casos y nosotros, en la empresa Ledesma ya tenemos más de 200 casos y 9 trabajadores fallecidos y el gobernador no dice nada”, dijo Vargas.
En referencia al sistema de salud en Jujuy, Vargas sostuvo: “El Estado, a través de lo que denomina “gestión de camas” distribuye en todos los sanatorios, clínicas y hospitales de la provincia adonde va cada paciente del sector privado o del sector público”, detalló.
“El último fallecimiento que hemos tenido, de un compañero de 64 años, fue como consecuencia de no tener una cama de terapia intensiva”, remarcó Vargas, y agregó: “Tenemos compañeros que han fallecido en sus domicilios porque el sistema de atención domiciliaria, que es el SAME, no está dando abasto”.
“Le venimos planteando bajar la circulación de los 3.800 empleados, ver cuáles son asintomáticos y cuáles son positivos, porque hoy de los 221 que maneja la empresa (hasta el 5 de agosto) para nosotros no son creíbles, porque hay tres veces más de los que están diciendo”, sentenció el gremialista.