Japón conmemora este viernes el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, con una controversia este año por la negativa del Comité Olímpico Internacional (COI) de pedir un minuto de silencio durante los Juegos de Tokio en curso.
Sobrevivientes, allegados y un puñado de dignatarios extranjeros asistieron a la ceremonia matinal en Hiroshima (oeste) para honrar a las víctimas y hacer un llamado por la paz en el mundo.
Dada la persistencia de la pandemia del coronavirus, la ceremonia no fue abierta al público, pero se pudo seguir en internet.
Los participantes, con mascarillas y muchos vestidos de negro, guardaron un minuto de silencio a las 08H15 locales (23H15 GMT del jueves), la hora en que la bomba atómica estadounidense fue lanzada sobre la ciudad hace 76 años.
Sobrevivientes y la municipalidad de Hiroshima habían propuesto al COI invitar a los atletas de los Juegos a unirse al minuto de silencio desde Tokio.
Sin embargo, el presidente del COI, Thomas Bach, no acogió la propuesta y respondió que la ceremonia de cierre de los Juegos, el domingo próximo, dará la oportunidad de rendir homenaje a las víctimas de todos los acontecimientos trágicos de la historia.
“Es decepcionante, aunque apreciamos el hecho de que el presidente Bach visitó Hiroshima” antes de los Juegos, dijo Tomohiro Higaki, un alto cargo de la ciudad.
Bach estuvo en Hiroshima el 16 de julio para marcar el inicio de la tradicional “tregua olímpica”, que busca garantizar la suspensión de las hostilidades en el mundo durante los juegos.
La bomba atómica dejó 140.000 muertos en Hiroshima, y la que se lanzó el 9 de agosto de 1945 en Nagasaki dejó 74.000 muertos.
Japón capituló el 15 de agosto de 1945, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.