Gabriel Ruiz Díaz, bajista y cofundador de Catupecu Machu, murió este sábado a los 45 años. La noticia fue confirmada por su hermano, Fernando, vocalista de la banda, a través de un mensaje de Instagram.
“Amores, hoy se fue Gabi. Se fue tranquilo, en paz”, comenzó informando el músico. Y continúo: “Gabi el amigo, el hermano, el bajista, el artista, el científico, el músico, el hijo. Un animal de música. Un ser amoroso, generoso, bueno. Brillante. Y sobre todo, un guerrero, un guerrero que siempre dio todo y un poco más”.
“Gracias, hermano mío por todo. Te fuiste hoy en el día del Músico Argentino. Un día, en una entrevista, le preguntaron cuál era el disco que más le gustaba de la historia de nuestro amado rock argentino, y Gabi dijo: ‘Artaud, de Luis Alberto Spinetta’. Seguramente te debe estar esperando para que con tus cuatro cuerdas mágicas hagas lo que más amaste en tu maravillosa e increíble vida. El bajo y la música. Vuela alto, como siempre lo hiciste hermano mío. Hermano de Todos. Gracias por lo que diste y nos diste. Que estés bien donde quiera que estés, que de seguro será ese lugar donde el tiempo no corre, donde nada se llama, donde simplemente sos”, lo despidió su hermano.
El bajista, oriundo del barrio porteño de Villa Luro, fundó en 1994 Catupecu Machu, junto a su hermano Fernando. En pleno éxito de la banda, el 31 de marzo de 2006, chocó con su auto en Palermo cuando regresaba de una discoteca junto al cantante de Cabezones, César Andino. Como consecuencia del accidente, pasó más de seis meses en terapia intensiva y nunca llegó a recuperarse del todo: perdió su movilidad y quedó con severas secuelas neurológicas.
Según explicó en su momento Fernando en una entrevista radial, Gabriel llegó al hospital casi sin vida y el equipo médico lo revivió. “Los milagros fueron sucediendo”, expresaba por entonces el cantante. También contó que su hermano reaccionaba ante los temas que le gustaban y a la presencia de amigos