El presidente Alberto Fernández le pidió este miércoles la renuncia al director ejecutivo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), Alejandro Vanoli. El jefe de Gabinete Santiago Cafiero fue el ideólogo de medida, que el mandatario habilitó, y el encargo de comunicársela al ex director del Banco Central, un cristinista puro, que había quedado en la cuerda floja tras los errores en los pagos de jubilaciones que hicieron que en plena cuarentena por el coronavirus, miles de adultos mayores se expusieran en largas filas. Se trata de la primera baja sensible en el Gobierno; aún no se conoce el nombre de su reemplazante.
Vanoli también había acumulado enojos en Olivos y en la Casa Rosada por el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Fue la ANSeS la encargada de proyectar el número de beneficiarios que se inscribirían para recibir el beneficio de $10 mil pesos. El organismo calculó que serían alrededor de 3 millones, pero finalmente se inscribieron más de once millones de personas.
Los errores no se terminaron allí. Todavía miles de beneficiarios no pudieron cobrar el haber de este mes. Las largas colas con los jubilados que provocaron la furia del Presidente habían sido precedidas por otras previas y con menos fotografías en los cajeros automáticos donde otros miles habían cobrado sus respectivas AUH. El error que amontonó a adultos mayores en todo el país generó cruces entre la ANSeS y el Banco Central, a cargo de Miguel Pesce, un hombre de extrema confianza del Presidente.
Por último, según remarcaban cerca del Presidente, Vanoli también pagó el precio de demorar al extremo los reemplazos de los directores que representan la participación accionaria al Estado en gigantes como Techint y otras empresas, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
“En el Gobierno hay consciencia de que esta crisis vino para quedarse y vamos a tener que convivir muchos meses con ella. Se achicaron mucho los márgenes de error frente a esta crisis”, explicaron en el Ejecutivo.
Cafiero le había planteado al Presidente la necesidad de reemplazar a Vanoli. Horas después, a las 18, el jefe de Gabinete citó al funcionario a su despacho en Casa Rosada para despedirlo. “Le dijo que no había nada personal y que pretendían que siguiera vinculado al Frente de Todos”, detallaron fuentes oficiales.
En el Ejecutivo detallaron que la resolución se debe a la imperiosa necesidad de contar con una gestión en el organismo más dinámica y cercana a las necesidades de la gente en el marco de esta emergencia general ocasionada por la pandemia del Coronavirus. “Necesitamos una ANSeS más territorial”, enfatizaron cerca de Cafiero. No se descartan más cambios en el organismo, una de las principales “cajas” del Estado. “En política se empieza por la cabeza”, insistieron en el Gobierno.
En Balcarce 50 definieron el peso de la ANSES como la “principal viga” de la gestión en tiempos de crisis. “Con el coronavirus, con errores que pasarían a un segundo plano en un escenario normal, te jugás la vida del Gobierno”, dramatizaron.
Consultado por Clarín sobre su salida, Vanoli no hizo declaraciones. Había dedicado buena parte de su jornada a implementar el nuevo pago del IFE. “No se lo esperaba”, confiaron en su entorno.
En Olivos evitaron dar nombres de un eventual sucesor. “El Presidente es el único que puede comunicarlo”, expresaron. Descontaban que el reemplazo no se dilatará. Por ahora descartaban la posibilidad de que la elegida fuera la dirigente de La Cámpora Luana Volnovich, quien había sonado para el cargo antes del 10 de diciembre y finalmente fue elegida para liderar el PAMI. “Territorialidad” parece ser la palabra clave para imaginar el sucesor de Vanoli.
Desde la asunción de Fernández, hubo escasísimos cambios en el organigrama del Gobierno, con la excepción de la secretaría de Energía -donde renunciaron dos funcionarios de peso- y en el ministerio de Desarrollo Social, donde fueron separados 15 funcionarios tras los sobreprecios en las compras de alimentos.
Clarin