En un telegrama enviado al nuevo rey Carlos II, el papa Francisco se manifestó “profundamente entristecido” por la muerte de Isabel II y envió sus condolencias “de corazón” al rey, su familia, el Reino Unidos y el Commonwealth.
“Con voluntad, me uno a todos los que lloran su pérdida para orar por el descanso eterno de la difunta Reina, rindiendo homenaje a su vida de incansable servicio al bien de la Nación y el Commonwealth, su ejemplo de devoción al deber, su firme testimonio de fe en Jesucristo y su firme esperanza en su promesas. Encomendando su noble alma a la bondad misericordiosa de nuestro Padre Celestial, aseguro a Vuestra Majestad mis oraciones para que Dios Todopoderoso te sostenga con su gracia inagotable mientras tomas tus altas responsabilidades como Rey. Sobre ti y todos los que aprecian la memoria de tu difunta Madre, invoco la abundancia de las bendiciones divinas como prenda de consuelo y fortaleza en el Señor”, dice el telegrama.