El presidente saliente de la Cámara baja, Emilio Monzó, encabezó en Florencia Varela su primer acto independiente, confirmando una ruptura casi irreversible con el PRO, luego de haber sido expulsado de todos los espacios decisionales y raleado de las listas bonaerenses, por la gobernadora María Eugenia Vidal.
En este sentido, la decisión de presentarse por primera vez en territorio bonaerense es un claro mensaje para la gobernadora saliente. El acto, convocado con la consigna “La Tercera (Sección Electoral) con Emilio”, fue impulsado por el senador provincial Eduardo “Rulo” Schiavo y legisladores “monzoístas” como Marcelo D’Aletto, Guillermo Bardón y el diputado nacional electo, Sebastián García De Luca.
En su intervención en el club Nahuel, de Florencio Varela (donde hubo que trasladar el acto tras queda chica la sede original del salón de los bomberos del distrito), planteó la necesidad de terminar con los gobiernos que “son tomados por la corte o los obsecuentes” porque éstos caen en “el fanatismo el aislamiento del líder político de la realidad”.
El dirigente también se distanció del discurso oficial en cuanto al balance de la gestión, respecto del que pidió tomar también en cuenta los “fracasos” del gobierno de Macri: “Cometeríamos un grueso error si apostáramos a lavar las responsabilidades propias para cargárselas al adversario, sin reconocerle, además, ningún mérito ni acierto”. El dirigente cuestionó también la estrategia oficial de apostar a la polarización para sacar réditos electorales: “Hoy está dejando una grieta más grande, por una cuestión de tentación electoral”.
En una columna de opinión publicada hace unos días en el diario La Nación, había planteado la misma perspectiva: “Dividir a los argentinos, exacerbar diferencias, caer en reduccionismos de blanco o negro y apostar a los antagonismos no conduce a una Argentina previsible y constructiva, sino todo lo contrario: nos empuja hacia un mayor estancamiento. Tuve la ilusión en estos últimos cuatro años de poder volver a recuperar la unidad de los argentinos y lamentablemente eso no ha ocurrido. Me duele mucho que todavía los argentinos no estén unidos, que no hayamos eliminado la grieta pero voy a colaborar con cualquier gobierno para poder lograr la unidad de todos los argentinos”.
Monzó también defendió al diputado PRO Nicolás Massot, a quien los ultraoficialistas tildaron de “traidor” por cuestionar la estrategia electoral armada por Marcos Peña, y reivindicó a los intendentes del PRO que lograron dar vuelta la elección en sus distritos, además de reconocer como interlocutores a distintos gobernadores peronistas.
A pesar de que su mandato concluye en unos días, la influencia de Monzó en la Cámara de Diputados sigue vigente, especialmente a través de su vínculo De Luca, que podría convocar a constituir una bancada PRO independiente de la de Juntos por el Cambio que presidirá el recientemente electo Cristian Ritondo. Se especula con la posible incorporación de Silvia Lospenatto, Juan Aicega, Eduardo Cáceres, Gabriel Frizza, Manuel Orrego, Domingo Amaya, Antonio Carambia, Felipe Alvarez y Omar de Marchi. Los conteos más optimistas también suman a Federico Angelini, Luciano Laspina, Gustavo Hein y Alicia Fregonese, aunque Ritondo se encuentra operando a toda máquina para evitar esta perspectiva que lo dejaría en inferioridad de condiciones para negociar cargos con la UCR.