La jornada de este martes fue la más caliente desde que el comité normalizador asumió su función en la AFA. El sorteo del fixture de Primera se dio con la presencia de Javier Medín, vice del CN, y la Secretaria General, Carolina Cristinziano.
No estuvo Armando Pérez, acaso en reserva para la jornada que se le avecinaba, una reunión por dinero con la Primera que amenaza con alinearse a la postura del Ascenso y no comenzar el campeonato.
“El Ascenso tiene que repensar su postura. La presión no va a mover el amperímetro”, dijo Pérez a la prensa sobre la situación que se avecina. “Creo que la Primera va a arrancar, nadie me dijo lo contrario”, manifestó.
Mientras le explicaba en el tercer piso al auditorio de la “A” que el Gobierno no se movía de los 1.800 millones de pesos por los derechos televisivos, en el quinto la mesa de la B Nacional resolvía levantar su reunión para ir a escuchar los argumentos que el CN le daba a la Primera.
El ingreso de 26 directivos inesperados crispó a Medín, que se retiró inmediatamente. Un minuto más tarde, el propio Armando Pérez les pidió que desalojaran el recinto, que esperaron su turno al término de la reunión.
Hernán Lewin, presidente de Temperley, dejó la reunión no bien escuchó que no solamente no iban a repartir los 2.500 millones prometidos por el Gobierno, sino que a las cifras de la temporada pasada les descontarían una serie de ítems que se traducen en un descuento en las cuotas que harán que los clubes cobren menos que en el último semestre.
Para estas partidas, no habrá cheques, cada club debe remitir a la gerencia financiera el CBU de la cuenta de la entidad y allí llegará el dinero. Pablo Toviggino, Tesorero del CN diagramó según la deuda de cada administración, la retención a efectuar. El humor no cambió en cuando fue el turno del Ascenso, con dirigentes de la BN, Primera B y C, quienes le ratificaron que no comenzarán sus torneos por el dinero que consideran insuficiente.
En rigor, serán 262 millones porque los 38 restantes se licúan entre descuentos y la porción que queda en AFA para sus gastos. En tanto, los clubes negociarán con el Gobierno algo más que el monto del FPT, también la finalización del contrato. Los directivos de Boca, River, Lanús, Banfield y Unión pedirán audiencia para intentar destrabar la situación.
La idea es sumar 600 millones con la promesa de hacer la gestión para llamar a una licitación internacional que traiga más dinero por la explotación de los derechos. Pero las posturas son inflexibles: Gobierno no quiere poner más dinero y el fútbol no abre las canchas sin una mejora. En el medio, las partes juegan sus cartas con el inicio de los torneos a la vuelta de la esquina.