El debate por una ley de teletrabajo se aceleró a raíz de los efectos de la pandemia, que entre otras consecuencias masificó la prestación laboral a distancia.
Al tomar la palabra, la presidenta de la comisión de Legislación del Trabajo, la diputada oficialista Vanesa Siley señaló que “hay un interés social de que el tema del teletrabajo se regule” y destacó que “la intención es que se proteja a la parte más débil”, de la relación laboral, en referencia a los trabajadores.
En su discurso como miembro informante del proyecto, recordó que “la primera iniciativa se presentó en el año 2002” y agregó: “Con esta legislación se busca regular un régimen de trabajo que hoy se nos vino encima por la pandemia, pero que ya existía. Muchos diputados habían intentado que se trate”.
“Después de analizar los veinte proyectos que fueron ingresados a la Cámara, la mayoría esta año, la conclusión es que hay un interés social de que este tema se regule”, dijo y agregó que también se tuvo en cuanta la perspectiva de género y la necesidad de disponer tiempo para las tareas de cuidado. Por último, dejo en claro “la importancia de los derechos sindicales en el proyecto consensuado”.
A su turno, el vicepresidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, el radical Albor “Nicki” Cantard, destacó el acuerdo alcanzado con el Frente de Todos para regular el teletrabajo y anticipó que Juntos por el Cambio acompañaría el proyecto, aunque con algunas objeciones sobre determinados artículos y sus respectivas propuestas de cambio.
Además, al hablar como miembro informante de la oposición, señaló que se buscó que la norma “sea lo menos reglamentaria posible” para que los gremios y empresarios acuerden aspectos puntuales en los convenios colectivos.
El diputado santafesino dijo que “hay dos grandes problemas que son la desocupación y que el 40% de los empleados no están registrados, por lo cual si le damos los instrumentos, las pymes podrán contratar trabajadores y eso va a redundar en beneficio de todos los argentinos” y agregó que “es una modalidad contractual que no solo ha venido para quedarse, sino que va a crecer y mucho en el futuro”.
El proyecto de teletrabajo establece los presupuestos mínimos de la modalidad de teletrabajo, como garantizar el derecho a la desconexión, o lo que hace a mantener la intimidad del domicilio y la posibilidad de poder revertir esa modalidad de trabajo y volver al sistema presencial.
Las personas que trabajen contratadas bajo esta modalidad gozarán de los mismos derechos y obligaciones que las personas que trabajan bajo la modalidad presencial y la jornada de trabajo deberá ser pactada previamente por escrito en el contrato de trabajo, de conformidad con los límites legales y convencionales, tanto en lo que respecta a las tareas desarrolladas fuera de línea, como aquellas que se realizan en línea.
En tanto, el empleador deberá proporcionar el equipamiento -hardware y software-, las herramientas de trabajo y el soporte necesario para el desempeño de las tareas, y asumir los costos de instalación, mantenimiento y reparación de las mismas, o la compensación por la utilización de herramientas propias de la persona que trabaja.