A Ricardo Esteves le llaman “el padre más sexy de Portugal” y el cura “motorizado”. Todo comenzó con una foto que un amigo le tomó un día en la playa y que subió a las redes sociales.
Solo en Facebook tiene más de 6000 seguidores. Aunque muchos lo criticaron por ir a la playa o al gimnasio. Además recibió críticas por su modelaje para distintas marcas a cambio de donaciones a organizaciones benéficas.
Ricardo Esteves, párroco de la localidad de Valença tiene 35 años, considera que llamarlo “sexy” es algo sensacionalista. Asegura que en lo único que cambió en su vida tras la exposción que hicieron los medios son las selfies que le piden quienes le reconocen por la calle o al final de misa.
Antes de ser trasladado a Valença se encontraba en Caminha, donde demostró que su manera de entender el sacerdocio iba más allá de “caminar con el pueblo”. “Hay que hacerlo con él”, había manifestado. Así ganó fama con las celebraciones parroquiales, conciertos de fado o rutas en moto, por ejemplo. Todo ello, siempre, para ayudar a los más necesitados.
“Muchas veces ocupamos tanto tiempo en temas burocráticos que olvidamos estar con las personas y es necesario estar fuera de las iglesias, el sacerdote tiene que ir al encuentro de las personas”, indicó al medio La Voz, recalcando que no se hizo cura simplemente porque quisiera ayudar. “La vocación es algo interior, no se explica, es casi como el amor, se siente”, ha matizado. “Los curas tenemos que ser hombres felices para poder hacer felices a los demás”, añadió.
