Kicillof anunció hoy que el AMBA ingresará desde el próximo lunes y hasta el 2 de agosto en un nuevo esquema de restricciones para impedir la propagación del coronavirus.
La aplicación de una “cuarentena intermitente” se debe al objetivo cumplido de “mantener las capacidades del sistema sanitario y ampliado el tiempo de duplicación de contagios”.
Esto implicará “volver, de manera escalonada, a la fase 3 en el AMBA”, claro que de manera gradual y con un “cronograma” de habilitaciones, que son las siguientes:
Hasta el 2 de agosto la región urbana ingresará a la fase 3 de aislamiento y, en ese lapso de tiempo, habrá aperturas de comercios.
A partir del lunes 20 retomarán sus actividades todas las industrias manufactureras, con protocolos estrictos y transporte propio para las y los trabajadores:
Por su parte, el miércoles 22 podrán abrir los comercios de cercanía con estrictos protocolos; mientras que el 27 se reincorporarán varios servicios que incluyen las actividades profesionales.
El gobernador afirmó: “Los objetivos que nos propusimos se alcanzaron y tienen ver con mejorar y profundizar diversas capacidades que ya teníamos”.
“Tenemos 65 municipios en fase 5, pero el Gran Buenos Aires tiene una situación muy distinta y estamos terminando hoy 17 días de un aislamiento más duro”, precisó.
Al respecto, detalló que “aumentaron la camas de terapia intensiva de 2.590 a 3.700” y que “por eso hoy el sistema no está saturado”, al tiempo que indicó que la capacidad de testeo pasó de “2.500 tests a 5.100 por día” y que también se incrementó “la capacidad de rastreo de los contactos, de 10 mil a 50 mil llamados por día”.