El 50,24% de los colombianos votaron por el “No” en el plebiscito de este domingo para ratificar o no el acuerdo por la paz con las FARC, un resultado era impensado luego de que el presidente Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, alías Timochenko firmaran el lunes pasado un acuerdo de paz en Cartagena.
Este domingo, Colombia abrió casi 82.000 mesas para que los más de 35 millones de votantes habilitados pudieran manifestar su posición a través de las urnas: “¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”. Al parecer, la mayoría no.
Se registró una participación de 37% y 63% de abstención. En los estados fronterizos, donde hay mayor impacto del conflicto armado de más de 52 años, ganó la opción del Sí.
El Gobierno no tenía la obligación de someter a votación el acuerdo, pues legalmente podía firmarlos e implementarlos, pero decidió realizar la consulta para darles legitimidad política ante un sociedad dividida entre diferentes conceptos de paz y la guerra.
Tras conocerse los resultados, el presidente Juan Manuel Santos aceptó la negativa al acuerdo de paz y convocó a una reunión entre las partes, en función a determinar cuál será el curso del tratado. Informó que se mantiene el cese al fuego bilateral y definitivo entre el Gobierno y las FARC-EP.
El líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez “Timochenko”, expresó la voluntad del grupo insurgente para continuar los esfuerzos por la paz y le aseguró al pueblo que “cuente con que la paz triunfará”.
Para Santos renegociar el acuerdo no es viable políticamente y es una opción que ha descartado. “No, no se equivoquen. No es que vamos a volver a la mesa de negociación, volvemos a la guerra. Esa es la verdad”, declaró Santos.
Santos ha dejado saber que al día siguiente de ese resultado activaría los protocolos para el desmonte del proceso y para el retorno de la guerrilla al monte, lo cual implica el regreso a la guerra.
El jefe negociador por el Gobierno, Humberto de la Calle, precisó que “si la elección del 2 de octubre no es favorable, no hay espacios para renegociar nada, lo que tenemos es lo que se obtuvo”.
Mientras que la Corte Constitucional dice que un voto negativo “inhibirá la implementación del Acuerdo Final”. No obstante, a renglón seguido aclara que esa inhibición no cubre sino el acuerdo derrotado en las urnas, pero el presidente mantiene las facultades que otorga la Constitución como responsable directo del manejo del orden público.
El “No” al acuerdo frenaría la concentración de efectivos de las FARC-EP, que no accederían a concentrarse ni a dejar las armas, lo cual podría reactivar el conflicto después del cese al fuego bilateral y definitivo.