El comisario general Román Di Santo renunció hoy a la jefatura de la Policía Federal aduciendo “motivos personales”, pero en medio de las sospechas en su contra sobre el papel que cumplió en la casa de Alberto Nisman la noche en que encontraron el cadáver del fiscal del caso AMIA.
Fuentes del caso confirmaron que Di Santo, cuyo apartamiento había reclamado vehementemente Elisa Carrió, la principal socia política del presidente Mauricio Macri, presentó su renuncia ante la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien se la aceptó inmediatamente.
Di Santo, con 42 años de antigüedad en la fuerza, había llegado a la conducción de la Policía Federal cuando ocupaba la jefatura de la Dirección General de Orden Urbano, en diciembre de 2012, en momentos en que el ministerio era conducido por Nilda Garré.
El jefe policial se mantuvo en ese cargo durante los recambios en la conducción del Ministerio de Seguridad y también, pese al cambio de Gobierno, en medio de un proceso de traspaso de la Policía Federal a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires. Este último punto también jugó en contra de Di Santo, ya que su poder quedó menguado.
Las autoridades definían esta noche al sucesor de Di Santo, que saldrá de una lista en la que estaría incluida una mujer, la comisaria general Mabel Franco, al mando hasta ahora de la estratégica Superintendencia de Asuntos Internos.
Los voceros consultados señalaron a esta agencia que la dimisión de Di Santo a la fuerza que conducía desde el 18 de diciembre de 2012 obedeció a “motivos personales”.
Sin embargo, su salida se concretó luego de que Carrió pidiera su cabeza por televisión.
“No mantenga a Di Santo como jefe de la Federal, porque ensució el crimen de Nisman”, exclamó Carrió, dirigiéndose a Macri, en la noche del martes en el canal América TV, mientras también le advertía al presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, operador político central del macrismo: “No maneje la Justicia Federal porque voy a ir contra usted”.
El nombre de Di Santo apareció en la resolución que firmó la semana pasada la jueza Fabiana Palmaghini, cuando dispuso el pase a la Justicia federal del expediente que intenta esclarecer la muerte del titular de la UFI-AMIA luego de haber denunciado a la ex presidenta Cristina Fernández y a otros funcionarios por el presunto encubrimiento a Irán en la investigación por el atentado.
Fue cuando la magistrada habló de la “contaminación” que se registró en la casa del fiscal Nisman el 18 de enero de 2015, cuando se halló su cadáver, y la demora en comunicarse con las autoridades judiciales.
Allí la jueza apuntó al ex secretario de Seguridad, Sergio Berni, por haber “embarrado” la escena del crimen, pero también por haberle comunicado la noticia del deceso a la entonces presidenta Cristina Fernández antes que lo supieran las propias autoridades judiciales.
Y recordó las palabras de un testigo, también hombre de la fuerza: “Llegó el doctor Berni, ingresó al departamento, venía embarrado no sé de donde, luego el Jefe de la Policía Federal, Di Santo, ingresó también a la morada”.
En aquel momento, Di Santo -siguiendo órdenes de Berni- abrió investigaciones sobre los custodios que debían garantizar la seguridad de Nisman el domingo en que tardaron más de once horas en acceder al departamento de Le Parc.
En mayo de 2015 Carrió denunció ante la Justicia que hubo una “zona liberada por la Policía Federal” en los alrededores del departamento de Nisman, con la “complicidad de la empresa de seguridad de Le Parc que es una empresa de cobertura o pantalla de la SIDE”.
Allí acusó a Berni, a Di Santo, al ex jefe del Ejército, César Milani, y al ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, entre otros.
Esa causa tramita en el juzgado de Norberto Oyarbide, quien hoy fue citado por el Consejo de la Magistratura para dar explicaciones por otras causas.
La partida de Di Santo también se da en medio del proceso de traspaso de una importante parte de la Policía Federal de la jurisdicción porteña.
Para conducir la Policía Federal Metropolitana fue elegido el comisario general Guillermo Calviño, quien al tener a su cargo en el futuro las 54 comisarías porteñas virtualmente quedaba con más poder que Di Santo.
No obstante, Calviño no estaría exento de problemas, ya que el juez Sebastián Casanello lo citó a indagatoria para abril en una causa por presunto encubrimiento a policías acusados de coimear a dos hombres y robarles una bolsa de marihuana.
DyN