Juan Ignacio Reynoso es ingeniero agrónomo, tiene 31 años y trabaja para el laboratorio Bayer. El jueves pasado circulaba por la ruta de acceso a San Carlos desde la autovía Santo Tomé-San Francisco (Córdoba), cuando fue interceptado por tres personas que le pidieron “correte… y venís con nosotros. Sacanos de acá”.
“Me secuestraron y me obligaron a venir al departamento que ocupo en Santa Fe”, declaró, en su primer relato. Así, pasaron supuestamente 36 horas en el departamento del primer piso sobre la calle San Jerónimo al 3000, casi Suipacha, con balcón a la vereda, aunque para los investigadores todo ello configura una historia que “no cierra”.
La camioneta que volcaron los hermanos Lanatta y Schillaci en Campo del Medio, que significó el comienzo del fin para Martín Lanatta, le pertenece al profesional que trabaja para el laboratorio Bayer, pero fue ploteada con la identificación de Gendarmería, si bien muestra diferencias con el sello original. Por ejemplo, no figura el 0800 que publicita esa fuerza en la puerta de la caja de la camioneta y, además, la palabra Gendarmería, en la parte trasera, es de color verde cuando en las unidades oficiales esa palabra es negra.
Pasadas las 7.30, circunstanciales vecinos que circulaban por la zona donde está ubicado el departamento, escucharon llamados de auxilio. Provenían de un hombre maniatado que luego denunciaría el robo de su vehículo. Dijo que fue tomado de rehén el jueves, después del segundo tiroteo de los prófugos con la Gendarmería, en jurisdicción de San Carlos.
Momentos después prestó declaración ante el fiscal de turno. Aunque no hubo información oficial, trascendió que su relato no fue coherente y derivó en un allanamiento a su departamento, donde se encontraron tickets de compras realizadas en un supermercado ubicado a metros de la vivienda, el día viernes. Los investigadores, por negativa del profesional, no pudieron confirmar si dichas compras fueron realizadas por los prófugos.
El viernes por la tarde uno de los fugados habría visitado una ortopedia distante cien metros del departamento donde se ocultaban los fugados. Allí habrían adquirido gasas y un tensiómetro. Abonaron en efectivo. Testigos dijeron que cuando fueron a abonar la compra mostraron una buena cantidad de dinero. Lanatta es hipertenso. Cuando fue detenido mostraba una imagen muy diferente a la última conocida, del año pasado, cuando fue entrevistado por Jorge Lanatta. No sólo sigue perdiendo peso sino que además se rapó.
Los investigadores decidieron que Reynoso fuera trasladado a Cayastá para verificar su declaración. Pero para muchos, el relato “no cierra” y todo pasa por resolver si el ingeniero agrónomo fue sólo una víctima. Eso se resolverá en las próximas horas.
