La mercadería está valuada en más de 1.200.000 pesos. El camión tenía patente boliviana. El secuestro lo hizo la AFIP en un control de rutina entre Yacuiba y Aguas Blancas. El camionero huyó del lugar cuando se descubrió el cargamento.
Personal de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) realizaba los controles de rutina sobre un camión de origen boliviano que transportaba 22 pallets de ácido bórico para exportación. Sin embargo, al someterlo al escaneo detectaron la presencia de figuras extrañas y distintas a la carga declarada.
El cargamento contenía 300 mil proyectiles de industria nacional en 150 cajas que estaban ocultas entre los pallets de ácido bórico y que no contaban con las certificaciones o autorizaciones del RENAR, según informó Radio Güemes de Orán .
Al momento de proceder a la apertura del cargamento, el chofer se dio a la fuga por lo que intervino el Juzgado Federal de Orán -Juez Subrogante- Miguel Antonio Medina quien ordenó el secuestro de la mercadería y del camión. Todavía se busca al camionero boliviano aunque se cree que este huyó hacia su país.
Hace unos días atrás se secuestró dinamita
Quinientos cartuchos de dinamita en gelatina, cuyo origen de fabricación se investiga, fueron secuestrados por personal de Gendarmería Nacional, cuando tres hombres de nacionalidad argentina pretendían llegar supuestamente hasta la provincia de Jujuy, destino final de la carga.
Para tal fin habían adquirido el producto en la República Plurinacional de Bolivia y la habían hecho pasar por las serranías selvática de Aguas Blancas hasta poco más allá del puesto fijo de control sobre ruta 50.
Sin embargo, en un control de ruta efectuado por personal de la Sección 28 de Julio de Gendarmería Nacional, que se encuentra emplazado sobre ruta nacional 50 cerca de la ciudad de Orán, el personal de la fuerza nacional detuvo a un vehículo sospechoso en el que viajaban tres argentinos.
Cuando requisaban el equipaje de las personas que iban en el vehículo, que hacían el trayecto Aguas Blancas/Orán pero que precedentemente habían ingresado a Bolivia, observaron dos cajas extrañas, las que contenían objetos cilíndricos que por el olor que emanaban despertaron la sospecha y el interés de los efectivos de Gendarmería.
Los tres ocupantes del vehículo comenzaron a ponerse nerviosos y a dar diferentes versiones sobre el origen de la carga que llevaban.
Al interrogar sobre los objetos sospechosos el conductor del vehículo manifestó que se lo había dado un pasador que traspaso el puesto 28 por un camino colindante, evitando el control del puesto de Gendarmería.
Supuestamente, uno de los transportistas dijo que tenían como destino la provincia de Jujuy y no supo después explicar para qué transportaban los explosivos, 500 cartuchos de dinamita en gelatina, cuyo poder explosivo podría derribar mucho más de una manzana en una ciudad. La carga fue decomisada y la causa quedó en manos del Juzgado Federal de turno.