Ocho personas con dengue en 100 metros. Ayer, los vecinos de las casas bajas de Monasterio, entre Aristóbulo del Valle y las vías, en Vicente López, estaban inquietos por la llegada del virus a la cuadra. Otros, a pocos metros, no salían de su asombro. Por la mañana, habían visto un operativo de fumigación y policías en esas casas, pero no sabían más.
El personal municipal tomó muestras con larvas de las piletas de algunas casas y les explicó a los vecinos qué hacer con los recipientes al aire libre. También se entregaron turnos para análisis en el hospital.
“Nos encontramos con muchas personas con síntomas sospechosos, otras que están internadas y otras que están siendo atendidas”, dijo la directora de Epidemiología local, Gabriela Miranda
Miranda recorrió ayer la calle Monasterio y se encontró con cuatro casos confirmados, cinco que están en estudio y otros cuatros que recibieron un resultado positivo para el análisis de dengue, pero no estaban en sus viviendas en el momento de visitarlas. “La mayoría se atendió en un centro privado de la ciudad de Buenos Aires y no nos había llegado el aviso de estos casos. Algo sucedió en el proceso de notificación que impidió que nos dieran aviso y pudiéramos activar el protocolo para ir al domicilio a fumigar y hacerlo a la redonda”, explicó la funcionaria.
Una vez en el lugar, el panorama, según dijo, no era el mejor para prevenir la diseminación del dengue.
“Fumigamos casa por casa, donde nos dejaron entrar. Pero vimos una zona con bastante basura acumulada y elementos que juntaban agua en los jardines -detalló Miranda-. Nos llamó la atención que los vecinos estaban conscientes de qué es el dengue y cómo prevenirlo, pero no se daban cuenta de que ellos tenían, por ejemplo, piscinas en desuso o con agua sin tratar, o recipientes con agua acumulada.”
Los vecinos presenciaron cómo el personal municipal, acompañado por Juan Carlos Pérez, encargado de seguridad de la cuadra, se retiraba de algunas viviendas con muestras de agua con larvas. Con eso determinarán si se trata de crías del mosquito Aedes aegypti, vector del dengue.
Según lo que se pudo reconstruir en la cuadra, el primer caso fue el de Pablo Navajas. En la puerta de su casa con paredes color amarillo, contó a LA NACION que estuvo internado cuatro días en el Sanatorio Mater Dei. Comenzó con fiebre alta el domingo 14 del mes pasado, consultó y los estudios confirmaron dengue. Un amigo de Posadas, Misiones, que estaba de visita en su casa, también comenzó con los síntomas al regresar a su casa. “Vengo fumigando por mi cuenta una vez por semana. Acá, por la zona, hay muchos mosquitos. Es imposible que no los haya visto”, dijo.
Su casa comparte medianera con la de Marta Chantada, de 77 años. Ayer, ella no les permitió la entrada a los fumigadores. “No me gustó la actitud que tuvieron”, y los vecinos estaban molestos por eso.
En las casas lindantes a la de Marta, donde termina Monasterio, hay dos de los ocho casos de dengue en la cuadra. En su vivienda, con enredaderas y árboles sin cuidar, ella acumula basura. Tiene dos autos abandonados repletos de cartones, diarios y un sinfín de elementos con polvo que habla de su antigüedad en el lugar.
En el fondo abundan los recipientes con agua, colchones, plásticos y cajas llenas de lo que ni ella sabe para qué guarda cuando se le pregunta. Con LA NACION fue muy amable y hasta se comprometió a dejar entrar, hoy, a los encargados de fumigar. Es evidente que necesita asistencia para cuidar también su salud. Ayer, lo que más le preocupaban eran sus gatos. “Hace varios días que no aparecen”, repitió muchas veces mientras acompañó a LA NACION por el lugar.
Al final de la cuadra hacia el ferrocarril hay una puerta en una pared de ladrillos. Por ahí se puede pasar al barrio Campamento Ferroviario. Ahí también llegó el dengue. La madre de Gustavo López, de 19 años, está internada en observación en una clínica privada cercana. “Empezó con mucho dolor de cabeza y fiebre alta el sábado”, contó su hijo.
Medidas de prevención
Evitar los bebederos
Bebederos Cambiar el agua cada 3 días
Recipientes
Suprimir o disponer adecuadamente envases que acumulen agua para evitar el criadero de mosquitos
Piletas de natación
Mantenerlas limpias y cloradas o vacías fuera de temporada
Cómo evitar picaduras
Repelente
Aplicar repelente cada 3 horas sobre la piel expuesta
Ropa
Usar camisas de manga larga y pantalones largos siempre que se encuentre a la intemperie
Hogar Reforzar la limpieza de nuestras casas
Los primeros síntomas
Dolores
De cabeza (en especial, en la zona de los ojos), musculares y articulares, abdominales.
Sangrado
De nariz y encías.
Erupciones
Manchas rosadas y picazón.
Fiebre alta
Náuseas y vómitos
Cansancio
Si sufre alguno de estos síntomas, consulte a su médico o acuda al establecimiento sanitario más cercano