Un documental en el que un periodista rastreó el origen del coronavirus afirma que es improbable que el virus se haya originado en un mercado de animales de Wuhan como afirma el gobierno chino. Además niegan que se venda carne de murciélago en el lugar.
De acuerdo a un nuevo documental en el que un periodista rastreó el origen del coronavirus, que ya ha causado 110.000 muertes en todo el mundo, es improbable que el virus se haya originado en un mercado de animales de Wuhan como afirma el gobierno chino.
En el canal de YouTube Crossroads, del periódico The Epoch Times, el periodista Joshua Philipp asegura que el origen del virus se produjo en el laboratorio de bioseguridad nivel 4 del Instituto de Virología de Wuhan, donde el SARS-CoV-2 podría haber sido un diseño o recombinación de fragmentos de distintos virus para facilitar su ingreso a los humanos, en el marco del estudio que realiza la científica Shi Zhengli.
El periodista sostiene que, antes de que saliera del mercado, el virus tendría que haber entrado allí, ya que existe evidencia científica de contagios que no se vinculan con ese lugar. Además, el reportero desmintió que en el mercado de Wuhan se venda carne de murciélago, presunto portador inicial del virus.
Para el periodista la teoría del mercado de Wuhan es un intento del gobierno chino de controlar la narrativa en torno a la trayectoria del Covid-19. El reportero rastreó la primera comunicación oficial, un documento del 30 de diciembre de 2019 de la Comisión Nacional de Salud, que hablaba de “ocurrencias sucesivas de casos de neumonía de origen desconocido” y solicitaba a los centros de salud que denunciasen casos similares.
Un experto explicó que en un estudio inicial se contaron 41 pacientes y 14 de ellos resultaron no estar relacionados con el mercado de animales, lo cual representa más de un tercio. “Nadie vende murciélagos en el mercado de animales”, explicó el experto, desafiando la hipótesis oficial. El estudio en cuestión llevaba la firma, como autor principal, del vicedirector del hospital Jin Yin-tan, Chaolin Huang.
La segunda parte del documental brinda detalles científicos que indicarían que el virus no fue de transmisión natural de una especie a otra ni de origen espontáneo, sino sintético. El 11 de enero Zhang Yong Zhen, del Centro Clínico de Salud Pública de Shanghai, de la Universidad Fudan, publicó un análisis en Nature en el que notó que el causante de la neumonía atípica de Wuhan “se vincula mucho a los dos virus (CoVZC45 y CoVZXC21)”. Esos virus fueron hallados en murciélagos en Zhoushan como parte de una investigación del ejército chino en 2018.
El virus tiene un 88% de similitud con esas cepas de murciélagos, mientras que muestra un 79% con el SARS y alrededor de un 50% con el causante del síndrome respiratorio de Medio Oriente (MERS). También se encontró que la proteína de la punta del nuevo coronavirus, que le permite ingresar al cuerpo humano, mostró la peculiaridad de ser igual a la del SARS.
Según la investigación de The Epoch Times, el SARS-CoV-2 presentaba, por un lado, enorme similitud con dos coronavirus de murciélagos que no se habían pasado a los humanos, los CoVZC45 y CoVZXC21, y por otro lado, con el SARS, que causó una epidemia en humanos.
La tercera parte del documental contempla la posibilidad de que el SARS-CoV-2 sea un producto de laboratorio que por error se escapó de su ámbito de contención. La doctora Shi Zhengli lleva años de investigación de murciélagos y coronavirus y es la persona que halló cómo pasan de otras especies a los humanos. Desde 2015 trabaja en el Instituto de Virología de Wuhan en el área de virus sintéticos y su laboratorio cuenta con los recursos para la manipulación de estos microorganismos, destaca el documental.
Por último, la investigación concluye que ante las pruebas de que “el PCC violó las regulaciones internacionales de salud, los Estados Unidos y la comunidad internacional deben recuperar su sentido y tomar medidas.
“Cada vez que el coronavirus vuelva, cada persona que mate, cada persona a la que dañe, será directamente atribuible al PCC”, concluye el documental, tras recordar que ya desde marzo distintas naciones han comenzado acciones legales y en organismos internacionales para exigir que China pague compensaciones por el daño multimillonario causado a las economías por el Covid-19.