Una lamentable estadística dio a conocer recientemente un organismo internacional, que coloca a la República Argentina a la cabeza del ránking de países con mayor cantidad de muertos en accidentes de tránsito, aunque hubo una leve disminución el año pasado respecto de 2013, según los datos que serán difundidos en las próximas horas.
Alarmante falta de conciencia y cientos de muertes por accidentes de transito
Hasta no hace mucho tiempo, la provincia se encontraba entre las de mayor cantidad de fallecidos en estos siniestros viales, hasta que con la ley de emergencia vial decretada por el Gobierno Provincia, se logró una significativa reducción, aunque sigue preocupando a las autoridades la falta de conciencia de los conductores.
“Se ha reducido sustancialmente la cantidad de personas muertas en accidentes de tránsito, pero es preocupante ver cómo la gente tiene poca conciencia y sigue sin respetar las normas de seguridad y las leyes de tránsito”, sostuvo una fuente del Consejo Provincial de Seguridad Vial.
Las autoridades coinciden en que es necesaria una campaña intensa de concienciación que comience en los colegios y en el seno de la familia, para que se vean mejores resultados.
Informe lamentable
Según un relevamiento realizado por el Foro Internacional del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés), que depende de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), la Argentina ocupa el primer lugar en el ranking de muertes por accidentes en las rutas, de acuerdo con una estadística internacional que incluye a 38 países de todos los continentes.
El país registra más de 5.000 muertos por año en siniestros viales: una tasa de 12,3 muertos por año por cada 100.000 habitantes, seguido por Chile, con 12 muertos por año por cada 100.000 habitantes.
Según las cifras, las rutas menos peligrosas son las de Suecia, que tiene 2,7 muertos por año por cada 100.000 habitantes.
A pesar de tener la peor tasa del grupo de países, el relevamiento de 2014 observó en la Argentina una tendencia a la mejora. En relación con 2013, el número de muertes cayó un 2,8 %.