Al igual que el año pasado, la gestión de Cambiemos resolvió en este año electoral “planchar” la tarifa del gas durante los meses de invierno, que es cuando más se consume y pagar la diferencia durante el verano.
Así, durante junio, julio, agosto y septiembre se pagará un 78% del valor final (que contempla el 29% de aumento) y el 22% restante de cada mes se abonará en 4 cuotas iguales, y con intereses, en diciembre, enero, febrero y marzo, los meses de menor consumo de gas, pero que sube fuerte el gasto de los hogares por el uso de energía eléctrica.
En la factura, el monto a pagar más adelante figurará como “diferimiento estacional”.
La medida le costará al Estado $4500 millones, que deberá compensar con reducción del gasto en otro sector para cumplir a fin de año con la meta de equilibrio fiscal.
El costo adicional se explica porque el Estado se hará cargo de los intereses que implica para las empresas distribuidoras no cobrar el total del pago y salir al mercado a buscar financiamiento para cubrir esa factura. Por allí se irán $2500 millones.
Los restantes $2000 se deben a que las empresas recibirán el aumento del 29% desde abril, pero el usuario tendrá una suba menor.
EL GAS SE DUPLICÓ SOLO EN UN AÑO
De acuerdo a un relevamiento del Centro de Investigaciones de Políticas Energéticas, la tarifa de gas aumentó un 92% entre julio de 2018 y julio de 2019. Un hogar con consumo medio a bajo pagaba el año pasado $1.087 y ahora deberá desembolsar $2.097 por todas las alzas que sufrió el servicio en los últimos 12 meses.
En tanto, en la era Macri, el gas lleva aumentado un 1000%, según un relevamiento de