En busca de mostrarse como un líder federal, el candidato presidencial, Mauricio Macri, cerró su campaña a 1.640 kilómetros de la Casa Rosada, en Humahuaca, Jujuy, donde propuso “pobreza cero” y “vivienda propia”. Eufórico, el líder del PRO convocó al cambio y a la unidad de los argentinos y evitó las referencias directas a su rival Daniel Scioli.
Macri reunió a más de cinco mil militantes en las escalinatas del Monumento a los Héroes de la Independencia de Humahuaca. Allí se vieron más banderas blancas de Cambiemos y de Argentina, que las amarillas del PRO o las rojiblancas de la UCR, los principales aliados de la alianza política.
No sólo Humahuaca fue un escenario atípico para el cierre. Sino que el acto abrió con un show musical del jujeño Jaime Torres. La tónica política la dio el gobernador electo, el radical Gerardo Morales, quien apuntó los dardos contra el Gobierno y Scioli. El senador que obtuvo el 58% de votos en las elecciones de octubre calificó de “perverso” al kirchnerismo por “decirle a los trabajadores que van a perder el empleo” en caso de que gane Cambiemos. Allí pidió que “voten con esperanza y coraje” y se llevó fuertes aplausos y ovaciones, en un escenario donde ayer jugó de local.
Ese respaldo en el Norte fue a buscar Macri, luego de obtener el 17% de los votos en octubre, en Jujuy. Por eso ni bien abrió su discurso habló del “querido Gerardo”. Sólo, con camisa celeste, jeans y zapatillas, el candidato de Cambiemos buscó alejarse de su impronta porteña y enumeró las recorridas de campaña que hizo en Santiago del Estero, Mar del Plata, Río Negro y el Gran Buenos Aires.
En un breve discurso, de tan sólo once minutos, Macri evitó polarizar directamente con el Gobierno. Pero lanzó dardos elípticos como cuando reclamó que los dirigentes necesitan “escuchar, más que hablar”, y exhortó: “No peleemos, no discutamos, guardemos esa energía para vivir esta etapa maravillosa de nuestra historia”.
También tomó nota de la campaña que encabezó el kirchnerismo en su contra, en alusión a que si gana Cambiemos, el jefe de Gobierno porteño hará ajustes. Macri definió que “creemos que Gobernar es cuidar, estar cerca”. Acto seguido, consideró que “se puede vivir en una Argentina con pobreza cero, donde todos podemos aspirar con un crédito a tener vivienda propia”. El público aplaudió y coreó “se siente Macri presidente”, entre ellos los referentes de PRO, como la gobernadora bonaerense electa, María Eugenia Vidal, y los principales dirigentes radicales como Ernesto Sanz y Julio Cobos. La candidata a vicepresidenta, Gabriela Michetti, y la diputada Elisa Carrió fueron las dos grandes ausentes del acto, ambas con complicaciones de salud.
La estrategia del cierre de Macri, como a lo largo de la campaña, fue apelar a las emociones y en varios tramos de su discurso habló de “alegría” y “amor”. “¡Argentinos! Estamos listos para vivir una etapa maravillosa de nuestra historia, quiero que cada uno se vaya a su casa sabiendo que esto comienza, esto es verdad, el momento llegó, es ahora, desde Humahuaca”, arengó Macri.
Al final del discurso pidió el voto en un ida y vuelta con los militantes. El presidenciable planteó que “el domingo cuento con ustedes”, lo que debió repetir dos veces más en tono de pregunta para arengar a los militantes a que respondan afirmativamente.
El jefe de Gobierno porteño agradeció a los asistentes al acto “por estar acá, por compartir esta esperanza, gracias por soñar sin miedo y estar listos para construir ese futuro que nos merecemos” y finalizó con un grito exultante: “Cambiemos, cambiemos, cambiemos, los quiero, los amo”.
Mientras recibía aplausos, desde el público subió una señora que le colocó un collar regional y también un poncho. Ningún dirigente político subió a abrazarlo, sólo su mujer Juliana Awada.
