Por Daniel Loisi.
A contramano de varios críticos que integran el “Cahier du Cinema” que la destrozaron como todo producto de Suar, la disfruté, me divertí y hasta me conmoví, lo que no es poco.
Como los que ponen sal antes de probar la comida ya tienen muchos armado lo que van a escribir sin ver inclusive al film, repiten siempre lo mismo ante un “nuevo” producto, es verdad que Suar está muy cómodo en ese personaje al que molestan y lo incomodan con algo, en este caso es su ex, una brillante y conmovedora Pilar Gamboa, paciente psiquiátrica que tiene que convivir con sus afectos treinta días para luego insertarse en la “sociedad”.
En esa convivencia nos daremos cuenta que la chica no está bien, entre momentos muy divertidos y otros conmovedores. Y la gran pregunta que plantea el correcto guión de Javier Gross: “como entrar y salir de la locura”….
Pilar Gamboa está muy bien en la construcción de esa mujer que lucha por estar mejor y ser alguna vez ” normal”, divierte y emociona, será difícil esquivarle los premios a su trabajo. Adrián Suar, mucho mejor actor de lo que se cree, está muy creíble como ese marido que todavía ama y transita entre la locura y la cordura, tiene un tiempo para la comedia estupendo pero aquí también intenta conmover y lo logra. Entre ellos Rocío Hernandez como la hija de ambos es de una dulzura que hacía tiempo no veía en el cine argentino, creíble en su angustia y dolor por su madre como en la felicidad de que todo esté mejor.
Elvira Onetto como la psiquiatra también hace un gran trabajo, entre lo que sería su profesión y los sentimientos que afloran y conmueven. Los vecinos de Elisa Carricato y Jorge Suarez ponen una cuota de humor delirante criticando a ese matrimonio que los perturba y Pichu Straneo compone casi a un Romeo delirante de amor y locura para la mesita de luz, brillante trabajo. También está Campi, correcto entre un elenco creíble y claro está, nadie que perturbe la “belleza” de Suar…
Suar debuta como director y sale airoso, cuenta bien la historia, hay secuencias que marcan diferencias en películas anteriores y hace suponer un crecimiento detrás de cámaras a las que lleva adelante más de 25 años. Tuvo éxitos en TV notables y desde “Poliladron” creo que hubo un antes y después en la forma de filmar ficción. En cine tuvo muchos éxitos y otros no tanto. Como director de canal 13 tendría que pensar en generar ficción y mejores programas, pero ese es otro tema, no menor, pero hay que trabajar urgentemente en dar trabajo a nuestros actores y actrices y generar una TV más talentosa y creativa.
Volviendo al film yo di clases de teatro en el Hospital Psiquiátrico Alvear durante 6 años y me sentí muy identificado con algunos temas de la salud mental que tratan y recordé esos años que fueron de una enorme y conmovedora experiencia. La secuencia de la despedida al personaje de Pilar Gamboa es de una dulzura impresionante. Los actores que los interpretan son estupendos y no caen en sobreactuaciones lo cual eso es un mérito también.
En suma “30 Noches con mi ex” es una buena película con momentos brillantes, para reír y conmoverse.